La jefa de la Unidad de Dietética y Nutrición del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, Clotilde Vázquez, aconseja realizar una dieta a base de un caldo de verduras combinado con hidratos de carbono que compensen el exceso de grasa y proteína.
Esta dieta depurativa se puede hacer solo un día, dos a lo sumo, y en ningún caso significa que se vaya a perder peso, sino que se consigue “no ganar o ganar muy poco” a pesar de los excesos gastronómicos de los últimos días.
Tampoco aconsejan hacerla el día previo a la comilona porque se llega con mucha hambre. Lo mejor es hacerla siempre el día después de las grandes celebraciones, según Clotilde Vázquez.
Para ello aconseja elaborar un consomé solo con verduras: Todas las que gustes pero en especial puerro, apio y alcachofa por su poder diurético. Deberás consumir dos litros de caldo de forma regular a lo largo del día.
La jornada empieza con un desayuno de café y jugo. Se puede sustituir el jugo por alguna fruta.
Para el almuerzo y cena puedes preparar un puré de esas mismas verduras acompañado por hidratos de carbono: una porción pequeña de arroz; o pasta sólo hervida y sin aderezos; o un pan pequeño.
De postre, elige entre un lácteo (yogur o vaso de leche) o una pieza de fruta. Uno u otro, alterno, se puede tomar también a media tarde. Se trata de una ingesta que ronda las 500 calorías con la que se consigue dar un “reposo digestivo y metabólico” a nuestro organismo.
¿Un día a fruta?
No es aconsejable que solo comas fruta a lo largo de un día. “El cuerpo es como un carro, no puedes echar gasolina solo para un día y al siguiente pretender que ande con el depósito vacío. Con una restricción tan drástica estás agrediendo a tu cuerpo”, explica Susana del Pozo, directora de Operaciones de la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Esta especialista propone – en lugar de que la fruta sea el único plato del menú- moderar las raciones y hacer una dieta correcta y ligera al día siguiente de una “comilona”.