De almendra
Tiene múltiples beneficios: ayuda disminuir los niveles altos de colesterol y triglicéridos, es de fácil digestión, tiene bajo contenido calórico y su vitamina B2 fortalece el cabello, las uñas e hidrata la piel. No se recomienda para bebés.
De soya
Es una excelente opción para los que no pueden consumir leche de vaca. No contiene lactosa, azúcar, ni colesterol, por lo que es recomendable para personas diabéticas. También es mucho más fácil de digerir.
Deslactosada
La lactosa es el azúcar más importante presente en la leche de todos los mamíferos. Los intolerantes a este componente sufren de náuseas, hinchazón, gases, dolor abdominal o diarrea. La leche deslactosada no pierde sus nutrientes y es mucho más liviana, lo que ayuda a una buena digestión.
Descremada
Ideal para quienes buscan perder peso, pues no contiene grasa. En el mercado también existe la opción descremada-deslactosada. Lo interesante es que conservan su contenido nutricional, no pierde vitaminas ni minerales.
Entera
Cuando no padeces de intolerancia a la lactosa y tampoco estás buscando bajar de peso, lo recomendable es la leche entera, especialmente para los menores de edad. Su consumo fortalece el sistema óseo y ayuda al crecimiento.