Después de varios años de relación es común que algunas parejas caigan en una rutina que trae aburrimiento o desencanto. Ponerle un poco de “salsa” al noviazgo o matrimonio se vuelve un escenario apetecible en ciertas etapas. Aunque solo imaginar la escena de su marido o mujer en los brazos de alguien más puede escandalizar a muchos, en el mundo real ocurre. También en El Salvador.
Basados en deseos individuales y con la intensión de mantener con buen pulso el noviazgo o matrimonio, algunas parejas optan por establecer una relación abierta, considerado un tema tabú en la cultura latinoamericana.
El Diario de Hoy habló con la sexóloga Alicia Corleto sobre todos los pros y los contras que se deben considerar para tomar esta decisión.
La especialista, con más de 15 años de experiencia en temas relacionados con la sexualidad, empieza por definir qué es una relación abierta.
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Una firma británica llevó a cabo la curiosa investigación que determinó el momento exacto del día en que aflora la pasión en ambos sexos.
“Se trata de un vínculo emocional con una sola persona pero se da la apertura de tener relaciones sexuales afuera de esa relación romántica. No es lo mismo que poliamor, que es tener afecto por varias personas al mismo tiempo, de manera responsable, y no necesariamente sexuales. Todo esto implica confianza, comunicación y sinceridad ante todo. No es una relación a escondidas, la infidelidad es otra cosa”, explica Corleto.
“Existen muchos tipos y debido a que en la cultura latina las mujeres somos más cerradas a tener más parejas sexuales que los hombres, la más común es que la mujer le dé permiso al hombre pero ella no lo hace. Otro tipo es en la que los dos nos damos permiso de tener relaciones sexuales, por separado con otros, sin sentirnos incómodos”, detalla la especialista.
Otra forma es el “swinger”, que se refiere a parejas con la madurez emocional y el criterio que se abren a la opción de tener sexo con otras parejas o individuos. Ambos acuerdan hacerlo de manera organizada y periódica, al menos en una etapa de su relación.
No apto para “niños”
Todo aquel interesado en experimentar con un vínculo de este tipo debe cumplir con un perfil que se basa en la madurez emocional, la honestidad y la responsabilidad.
“No es sencillo. En un adolescente no vas a ver esto, se da en parejas de larga evolución, conocedores y seguros de sí mismo, que saben el lugar que tienen en su relación y en el mundo. No lo hacen porque necesitan afecto, llenar inseguridades o porque andan tratando de buscar lo que no tienen en su hogar. Lo hacen porque desean ampliar lo que ya tienen y sus límites de experiencia sexual”, advierte Corleto.
Expandir los límites acostumbrados puede darle a un largo matrimonio aires de renovación, aumento del deseo por la pareja, diversión y ser una fuente de placer, afirman los sexólogos.
Medidas de cuidado
Cuando dos adultos consideran mantener una relación abierta es indispensable establecer todo el tiempo una comunicación sin mentiras y reglas claras para evitar riesgos.
“Primero, las enfermedades de transmisión sexual. Más parejas sexuales, médicamente significa más riesgos. Por eso siempre se deben tomar las medidas de prevención. Otro riesgo es que la autoestima de él o ella puede comenzar a verse afectada por sentir inseguridad y la pareja puede comenzar a fallar”, describe la sexóloga.
Uno de los miedos más comunes de quienes consideran abrirse a esta experiencia es que su amado o amada se enamore o cree un vínculo emocional con el tercero.
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Cada mujer experimentará el clímax de diferente manera
En este sentido, es necesario que los involucrados establezcan reglas sobre: frecuencia, perfil de los invitados a su relación, tipo de comunicación que tendrán con ellos, privacidad, y sobre todas las inquietudes que tengan.
Si uno de los dos incumple alguno de los acuerdos habrá problemas.
¿Qué pasa en El Salvador?
Esta forma de vivir un matrimonio o noviazgo largo es poco frecuente en países como El Salvador, y poco documentado. No existen estadísticas que den datos para analizar el comportamiento de las parejas.
Las razones por las que se mantiene el tema escondido “bajo la alfombra” son machismo, creencias religiosas, doble moral, inseguridad social, miedo a la sexualidad, desinformación y bajos niveles de educación sexual, enumera la especialista.
“Hay estudios que dicen que las parejas abiertas tienden a perdurar más tiempo, aunque cada quien lleva la relación según lo que ha vivido y la persona con la que está (…) En este país es una situación difícil porque las necesidades emocionales son bien insatisfechas. Venimos de padres disfuncionales, la gente no valora el crecimiento personal. Por lo tanto, no podés dar lo que no tenés”, subraya.
Corleto reitera que la base para quienes tengan la inquietud de ampliar sus horizontes sexuales es el autoconocimiento, la madurez emocional, la responsabilidad y el deseo de crecimiento personal.
La sexóloga puertorriqueña Alessandra Rampolla aconseja conversar y preguntarse cómo se sienten con este tipo de ideas. “No todos estamos hechos para mantener una relación así, y mientras uno de los dos se encuentra pasándola genial, el otro comienza a sufrir. Entonces, surgen los rencores, los celos y la pareja puede peligrar. Así que eviten el sufrimiento y compartan sus sentimientos”, dice.