No hace mucho yo hice una breve encuesta a mis amigos hombres, preguntándoles las características que más les molestan de las mujeres. Los resultados fueron los siguientes:
1. La celadora pegajosa
Esta característica parece estar por encima de lo que los hombres consideran intolerable. Dicen que es muy molesto recibir llamadas todo el tiempo, tanto en el trabajo, o cuando están con sus amigos, preguntándoles qué hacen o dónde están. Los hombres consideran extremadamente agotador tener que estar justificando todo el tiempo lo que hacen, y controlar los celos de su pareja.
2. La mandona
A muchos hombres les molesta la intromisión constante de mujeres que siempre quieren saber todo e inundarlos con consejos que más bien son órdenes. Es cierto, hay hombres que buscan una segunda mamá que les diga qué hacer con su vida. ¡Pero la gran mayoría no!
Muchos incluso evitan compartir los problemas con su pareja, sabiendo que les van a dictar soluciones y a imponer sus puntos de vista. Si eres mandona, créeme que eso genera una profunda insatisfacción en tu pareja, porque les hace sentir prisioneros, no compañeros.
3. La sobreactuada
Las mujeres se convierten cualquier situación en un problema importante, que siempre dramatizan y crean “tormentas en vasos de agua” con el tiempo se vuelven muy tediosas. Son ese tipo de mujer que es muy emocional, llora mucho y siempre tienen emociones desequilibradas — siempre presentándose frágiles e indefensas ante las cosas cotidianas. Lo cual nos lleva a la siguiente manera de ser…
4. La princesa en apuros
Son mujeres que necesitan que siempre haya quien les solucione sus problemas. Requieren atención todo el tiempo, y es que fueron educadas para sentir que la función de la mujer es ser una damisela en peligro que necesita un caballero que les rescate.
Acaso ese modelo funcionó en siglos pasados, pero en este siglo parecen seres insatisfechos que solo son una carga. A la larga, estas mujeres terminan siendo una carga pesada, aburrida e incómoda.
5. La “Chica Superpoderosa”
Aquellas que sienten que ellas todo lo hacen bien, y devalúan continuamente a su pareja como si él no sirviera para nada o fuera de poca importancia. Ella no reconoce las cualidades de él, y no muestra ningún tipo de admiración, e incluso se queja de él en público. No se da cuenta de que al desmotivarlo, en realidad debilita continuamente la relación.
6. La crítica perfeccionista
Son mujeres que ven culpa en todo y en todos, dando la impresión de que solo ellas saben hacer las cosas de manera correcta. Hablan todo el tiempo acerca de las actitudes de los demás, y nunca tienen un cumplido a nadie.
En su mente tienen a un hombre ideal, y siempre quieren modelar o corregir a su esposo o novio, el cual nunca va a estar a la altura de sus expectativas.
7. La de mecha corta
Este tipo de mujer “de mecha corta”, explota muy rápido y muy fácilmente. Siempre le “echa en cara” a su pareja lo que no le gusta. No tiene resiliencia, y cualquier detallito le echa a perder un día perfecto, lo que realmente trae mucho dolor a la pareja que termina por enojarse o alejarse.
El problema entonces se hace mayor porque la mujer interpreta esto como el desprecio de sus sentimientos y de su estado de ánimo empeora, y eso aleja todavía más a su pareja, lo cual forma un círculo vicioso que es muy peligroso para la relación: ¿Quién quiere tener de pareja al “grinch”?
8. La del disco rayado
Es una tendencia femenina a hablar sin descanso. No importa si es sobre asuntos que no consideran resueltos o sobre cosas que ella (no él) considera muy importante. Sí: la respuesta masculina en esta situación es, una vez más, esquivarla.
Así que las mujeres no se sienten escuchadas y entonces vuelven a hablar (y más fuerte, si es posible). Ciertamente esto genera conflictos que pueden terminar la relación. Es bueno tratar de entender, aunque sea de manera general, cómo funciona la mente del sexo opuesto. Eso puede ayudar mucho a mejorar la relación con tu pareja.
Ahora lo que sigue es buscar comprender y encontrar formas inteligentes para comunicarse y para armonizar la relación.
Traducido y adaptado del portugués por Oscar Pech, de 8 posturas da mulher que irritam os homens, de Suely Buriasco