En las elecciones de Estados Unidos pasaron cosas raras. La más grande, por supuesto, fue la victoria de Trump. Aunque si analizamos bien, todos los animales pronosticadores vaticinaban su victoria y no los supimos entender. Lo mismo con el catedrático universitario que viene acertando los presidentes desde hace 30 años.
DESDE EL ESPACIO. El astronauta Shane Kimbrough, el único que estaba fuera del planeta Tierra en el momento de la elecció, emitió su voto desde la Estación Espacial Internacional (EEI). Según el comunicado de la NASA, ejerció su derecho a sufragar desde la nave que orbita sobre la Tierra a una velocidad de 27.000 kilómetros por hora. “Se trata de una papeleta electrónica y segura que es enviada al miembro de la tripulación de la EEI desde la oficina de su condado. Rellena la papeleta y la devuelve electrónicamente. Todo seguro. Todo privado”, explicó la NASA en un breve comunicado.
EL INFALIBLE. ¿Encuestas? ¿Tendencias? Si quieren saber quién va a ganar una elección, la próxima vez consulten a Allan J. Lichtman, profesor de la American University, nunca ha fallado en sus predicciones gracias a un sistema de 13 variables. El académico que acierta hace 30 años en todas las elecciones de Estados Unidos anticipó que iba a ganar Donald Trump. Desde que en 1984 empezó a pronosticar, jamás falló. Su teoría la expone en su libro “Predicting the Next President: The Keys to the White House 2016.
EL GRAN NEGOCIO. Vincent Tchenguiz, multimillonario de 60 años de origen iraní-británico, apostó 430,000 dólares en las casas de apuestas Betfair y Spreadex a favor de Donald Trump, cuando pocos creían en su victoria. Resultado: ganó 1.4 millones. El magnate, alguna vez famoso por demandar a Paris Hilton, dijo no estar sorprendido por el triunfo pues el si lo creía posible y fue por eso que apostó, incluso agregó intentó irse a dormir pero al ver que la contienda era reñida decidió ver un poco más hasta comprobar que acababa de hacer la mejor inversión.“Estaba a punto de irme a dormir, entonces le cambié a Fox News y pensé ‘no, ella no está ganando, están casi empatados’. Así que seguí viendo un poco más”
LUGARES INSÓLITOS. Como se puede apreciar en varias fotografías, los lugares de votación en los Estados Unidos no se circunscriben únicamente a escuelas o lugares públicos. También se utilizan algunos comercios. Una de los lugares más curiosos es una lavandería latina en Chicago. También en esa ciudad, se votó en un bar llamado Marie’s Golden Cue donde mientras algunos emitían su voto otros jugaban al billar.
NADIE ES PROFETA EN SU CASA. La cantante Katy Perry, quien no solo simpatizaba por Hillary Clinton sino que hizo campaña por ella, admitió que en su familia votaron por Trump. “Esta noche mis padres votaron por Trump. ¿Pero saben qué?, aun así nos sentaremos juntos en la misma mesa el Día de Acción de Gracias”, dijo sin perder el humor.
APUESTAS RÉCORD. En Inglaterra, las elecciones presidenciales de Estados Unidos fueron muy seguidas y con un condimento extra: los británicos se divirtieron apostando dinero por uno y otro al punto de lograr un récord. El monto de las apuestas llegó a los 186 millones de dólares, con lo cual pasó a ser la cifra más alta de apuestas para un evento no deportivo. Aunque parezca increíble superó al referendum
del Brexit, las elecciones local y hasta las apuestas por cómo se le pondrían de nombre al bebé real.
ESTILO FÚTBOL. Así como un votante votó por Lionel Messi en la papeleta, también hubo otras conductas que normalmente se dan en los Mundiales de Fútbol: el de los animales pronosticadores que inauguró el célebre pulpo Paul en Sudáfrica 2010. Un mono chino, considerado el “rey de los adivinos”, se inclinó a favor de Donald Trump, lo mismo que el pez indio “médium”, que también pronosticó a Trump. En Rusia, Félix, un oso polar de un zoológico ruso, también se inclinó por Trump. En fin, todos creían en la victoria de Trump… Menos las encuestas.
