La diabetes tipo dos, según la Organización Mundial para la Salud (OMS), es la incapacidad del cuerpo para utilizar eficazmente la insulina, lo que a menudo es consecuencia del exceso de peso o la inactividad física.
Esta enfermedad solía desarrollarse en la edad adulta, pero su incidencia va en aumento en la medida que existen niños y jóvenes con sobrepeso.
Según la OMS en 2014, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos.
Ese mismo año el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (INCAP), reveló que en El Salvador esta problemática afectó al 6 % en niños menores de cinco años, 23 % en niños escolares y 39 % en adolescentes.
Esos datos explican por qué en todo el mundo 78.000 niños desarrollan diabetes tipo uno cada año, según la Federación Internacional de Diabetes. En El Salvador la edades promedio en que se presenta la enfermedad en niños es cinco y entre 10 y 12 años.
Perder peso no debe ser un castigo
Estas son las recomendaciones que hace la Asociación Americana de Diabetes a los padres de familia para ayudar a sus hijos a perder peso a través de una dieta balanceada:
– Tomar más agua y limitar las bebidas con azúcar como las gaseosas o con cafeína, también las bebidas deportivas y los jugos artificiales.
– Incluir más frutas y verduras en las comidas. Estos productos frescos se pueden sustituir por congelados o enlatados. Asegúrate que en la etiqueta de los productos que compres especifique que tenga bajo contenido de sodio. Los alimentos enlatados con salsa suelen tener alto contenido de grasa y sodio, para quitarles la sal puedes pasarlos por agua.
– Los padres tienen que hacer “meriendas accesibles”. Basta con colocar uvas o zanahorias, donde los niños puedan verlas, por ejemplo sobre la mesa, para llamar su atención e incitarles a probarlas.
– Evitar los sitios de comida rápida y escoger alimentos a la parrilla en vez de la comida frita, también es bueno evitar la mayonesa.