“Yoga para todos” y sus invitados perseveran en la búsqueda de un estilo de vida más saludable. Cada mañana del último sábado del mes, niños, adultos y jóvenes se acercan al Parque Bicentenario para poner en acción sus cuerpos.
Andrea María Tobar, de 24 años, y Abigaíl Quijada, de 26, también se levantaron con ánimo para integrarse a la sesión que ayer reunió a más de 30 salvadoreños.
Ambas jóvenes aseguraron que desde que incluyeron el yoga a su rutina diaria, su vida cambió. El plano personal, académico y laboral se alteró, pero de manera positiva.
Tobar nunca más ha vuelto a sentir que no es capaz de realizar determinadas responsabilidades y Quijada redujo el estrés académico que molestaba a su espalda y cuello.
“El yoga es más que ejercicio, creo que descubrís el potencial que tenés, que sos más fuerte y capaz de lo que pensabas”, comentó Tobar tras finalizar más de una hora de práctica.
A nueve años de haberse introducido en la disciplina, Quijada también enalteció esta disciplina de la India. “Probé yoga y sentí una calma en mi alma”, aseveró.
Según las practicantes, cada postura, movimiento y estiramiento representa un reto, pero que al ejecutarse brinda una satisfacción personal misma que puede aplicarse en otros áreas de la vida.
Serena después de culminar sus ejercicios, Quijada reconoció que “el yoga es una mezcla de equilibrio y fuerza, entonces he sentido que he aprendido aceptar en el nivel que estoy. Lo mejor es ver el proceso y ver a dónde has llegado”.