Las “catarátas de sangre”, un fenómeno relacionado con la vida en Marte

Este extraño fenómeno natural dio mucho trabajo a la comunidad científica por más de un siglo. Ahora se sabe por qué sucede

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elsalvador.com

Por elsalvador.com

2016-08-18 11:55:00

La Antártida no es toda hielo y blancura. Prueba de ello es este fenómeno natural, uno de los más increíbles del planeta, en el que el agua toma un color rojo intenso. Tan fuerte es su tono, que se le conoce popularmente como las “catarátas de sangre”. 

Estas cataratas se encuentran en los Valles Secos de McMurdo, cerca del glaciar Taylor. El lugar fue hallado en 1911 por el geólogo australiano Thomas Griffith Taylor. Al inicio creyeron que el tono rojizo se debía a unas algas de ese color, pero esta teoría fue descartada con el tiempo. 

La explicación llegó muchos años después de su descubrimiento, gracias a la Natural Science Foundation (NSF). 

Los científicos exploraron los territorios alrededor de donde se origina el fenómeno y descubrieron, con ondas electromagnéticas enviadas al subsuelo, un enorme depósito de agua salada. 

Las ”cataratas de sangre” son el resultado de la presión que realiza el glaciar Taylor sobre los materiales que están debajo y que luego expulsa. Resulta que el agua que está debajo del glaciar, se encuentra atrapada desde los milenarios orígenes de estos macizos de hielo y se encuentra a más de 400 metros de profundidad. Esto la hace extremadamente salada y rica en hierro. Por eso, al salir del subsuelo y entrar en contacto con el aire, se oxida, lo que origina su tan extraño color rojo sangre.

¿Qué relación tiene con la vida en Marte?

Hace millones de años, cuando esos glaciares cubrieron el lago salado, había microbios en el agua. Estos seres siguen allí. Como las bacterias encontradas cerca de fuentes hidrotermales profundas, los microbios de las “cataratas de sangre” obtienen su energía al separar sulfatos, que contienen oxígeno. Luego, el hierro del agua interactúa con ellos para restaurar el sulfato, lo que crea una especie de cadena de reciclaje constante. 

Así, las cataratas rojizas ponen en evidencia que en el subsuelo de esta zona conocida por su extrema sequedad se esconden amplios depósitos de líquido cuya composición es apta para un ecosistema microbiano.

Este escenario sería similar al del planeta Marte, con un panorama climático muy parecido al de la Antártida

Con información de Infobae.