Aunque a veces se mire como un comportamiento de poca importancia, la cantidad y la calidad del sueño que tengan tus hijos influye de manera determinante en su desarrollo, memoria, estado de ánimo y por lo tanto en su desempeño como estudiante.
Los buenos hábitos de sueño son tan importantes como la alimentación y la actividad física. Pero existen múltiples factores que pueden estar afectando cómo duermen los menores de tu casa. Recuerda que como padre eres el responsable de educarlos sobre la importancia de dormir bien.
Tomando en cuenta que la mayoría de los comportamientos se adquieren en la niñez, enseñarle a tus hijos hábitos de descanso correctos será una garantía para que tengan una mejor calidad de vida cuando sean adultos.
Establece horario
El ciclo de sueño se basa en costumbre. Por lo tanto, tener horarios cambiantes para ir a la cama generará en el organismo desorientación e insomnio. Es necesario que definas a tu hijo la misma hora de acostarse y de levantarse todos los días de semana. Recuerda que los niños no deben tener tu mismo horario de adulto. Ellos necesitan dormir más tiempo.
Controla el celular
La luz blanca que emiten los celulares, las tabletas y las computadoras es un inhibidor del sueño, especialmente cuando se usa en la oscuridad, según el neurólogo y especialista en trastornos del sueño Luis González Sánchez, del Instituto de Neurociencias.
Debes restringir su uso cuando ya sea hora de estar en la cama.
Cuida las películas
Las películas de terror o de violencia son muy atractivas para los niños, sin embargo, su contenido puede generarles miedos reales y pesadillas. Lo ideal es que no sean expuestos a este tipo de cine, pero si como padre eres fan de estos géneros, no las veas en compañía de tus hijos por su salud mental. A medida que crezcan puedes explicarles que solo es ficción.
Atención con la comida
Hay muchos niños que son sensibles a los ingredientes de algunas golosinas como los dulces y los chocolates. Suelen ponerlos hiperactivos y quitarles el sueño. Evita que los consuman, especialmente por la noche cuando se acerque la hora de dormir. También evita que ingieran gaseosas y bebidas con gran cantidad de azúcar.
Actividad física
Si tus hijos son de naturaleza hiperactivos, hacer que practiquen ejercicio durante el día les ayudará a descargar mucha de su energía, y por la noche estarán cansados y solo querrán dormir. Puedes inscribirlos en clases de fútbol, natación, karate o el deporte que más les guste. Recuerda que todo es con medida y no debes abusar de la actividad física.
Casos extremos
Cuando el insomnio se ha vuelto algo frecuente y ya has puesto en práctica los consejos anteriores, es hora de que busques ayuda de un médico o especialista. Las razones pueden ser psicológicas o fisiológicas. Puede ser que el niño esté preocupado por algo, sea víctima de acoso en la escuela o esté estresado. Nunca debes medicarlo sin supervisión médica.