La cantidad de agua que debes tomar depende de los cambios de temperatura y peso corporal, la intensidad y duración de ejercicio que realices y la cantidad de alimentos que consumes diariamente.
El 66% del cuerpo humano está conformado por agua y aún así es posible que sufras de deshidratación.
Para evitar estarlo es importante mantener el balance en tu cuerpo y consumir por lo menos ocho vasos de agua al día.
Las consecuencias de la deshidratación al ejercitarte, incluyen calambres y olas de calor que pueden llevarte a la muerte.
La falta de agua en el organismo facilita convulsiones, contracciones musculares involuntarias y pérdida de la conciencia.
Las personas que pasan mucho tiempo sin consumir agua, pueden desarrollar que su presión sanguínea caiga y la cantidad de oxígeno en el cuerpo disminuya, fallas renales y estado de coma.
Por el contrario beber mucha agua afecta el trabajo de los riñones, quienes no pueden filtrar y expulsar los líquidos, porque su ritmo de trabajo se ve alterado.
Por esa razón la sangre recibe grandes cantidades de agua y expulsa mucha sal al organismo, causando efectos parecidos a la deshidratación.
En conclusión es necesario que mantengas el balance adecuado del agua que consumes y los líquidos que expulsas, evitando los extremos y llevando un estilo de vida saludable.