Goku y Vegeta plasmados en gigante escultura de hielo

La popular serie "Dragon Ball" es homenajeada por su 30 aniversario en el 67 Festival de Nieve de Sapporo, Japón

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elsalvador.com

Por EFE

2016-02-04 1:32:00

Temperaturas bajo cero y espectáculo se conjugan durante una semana en la ciudad japonesa de Sapporo, que celebra desde mañana su particular festival, con centenares de esculturas de hielo que en apenas unos días serán demolidas. 

En una de estas se observa a los personajes Gokú y Vegeta que nuevamente protagonizan un evento de gran magnitud, conmemorando el aniversario número treinta de la gran serie de Dragon Ball creado por Akira Toriyama.

Este Festival de la Nieve se remonta a 1950, cuando un grupo de estudiantes de Secundaria, hastiados del crudo invierno del norte de Japón, construyeron seis estatuas de hielo en una ciudad paralizada por las ingentes nevadas. 

Pese a ese humilde inicio, el Festival de Sapporo convocó en su pasada edición a más de dos millones de visitantes y generó 41.900 millones de yenes (alrededor de 318 millones de euros), informaron sus organizadores. 

“En las últimas ediciones hemos visto un aumento de visitantes extranjeros. Por eso, para el futuro queremos ampliar la señalización y la información en inglés”, explicó a Efe el coordinador del Festival, Kiyoshi Tokairin. 

De hecho, el futuro del Festival de la Nieve pasa por atraer a más extranjeros, ya que este tipo de turistas gastan “hasta diez veces más” por día que un local durante su estancia en Hokkaido, detalló Tokairin. 

Más de 2.000 personas, entre trabajadores y voluntarios, participaron en el último mes en la construcción de las gigantescas figuras de hielo que se muestran en Sapporo hasta el próximo día 11. 

“Viví unos años en Hokkaido y aquí vi por primera vez la nieve. He venido desde Tokio para colaborar en el Festival de la ciudad que me acogió”, explicó a Efe Miki Kawaguchi, una voluntaria surcoreana. 

A partir del día 11 comenzarán las tareas de demolición de las gigantescas figuras de hielo. “La primera vez que vi cómo las tiraban me sentí decepcionado. Ahora, sin embargo, prefiero que las derriben a ver cómo se derriten”, explicó un oriundo de Sapporo.