8 hábitos tóxicos que están destruyendo su felicidad

Lo crea o no, usted está saboteando su propia felicidad todos los días. Pero esto se puede cambiar con un poco de esfuerzo.

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elsalvador.com

Por Melinda Fox, Familias.com

2016-02-11 2:29:00

1. Leer las mentes 
Pensamientos como: “Ella debe pensar que soy muy estúpido”; o, “debe ser tan aburrido en este momento”, se meten en la cabeza de la mayoría de la gente durante todo el día. Estos pensamientos no representan necesariamente la realidad, pero son suposiciones hechas sobre lo que otras personas están pensando en sus mentes.
 

A menos que usted sea un vampiro que brilla en el sol, no se puede realmente saber lo que piensan los demás. No asuma que sabe lo que está pasando en la mente de otras personas. Sin embargo, si va a suponer que la gente piensa lo mejor de usted, comuníquelo abiertamente. Y, lo crea o no, usted no es tan importante como usted piensa que es; probablemente estén pensando más en sus propias inseguridades y no sobre usted. 

2. Culpar a otros 
Haciendo que determinadas situaciones u otras personas sean la causa de sus problemas es un viaje rápido a la infelicidad. Usted nunca será capaz de controlar las cosas terribles que le suceden, o las acciones de los demás. Sin embargo, usted tiene control sobre sí mismo y sus respuestas.

El reconocido piloto de la fuerza aérea, y líder religioso, Dieter Uchtdorf, dijo una vez: “Cuanto mayores nos hacemos, más miramos hacia atrás y nos damos cuenta de que las circunstancias externas no importan, y no determinan nuestra felicidad. Nosotros determinamos nuestra felicidad”. La felicidad es una decisión, y se puede hacer más. 

3. Siendo alguien que no eres 
Solía pedir perdón por muchas cosas. “Lo siento mi casa es un desastre”. “En este momento me dijeron eso”. Un día me di cuenta que si era yo, en realidad, el culpable de la mayor parte de las cosas por las que estaba pidiendo perdón todos los días, no debería haberlos hecho. Debería haber limpiado mi apartamento, y no debería decir eso.

El estrés de tratar de aparecer como si fuera otra persona no es algo muy sano para mi felicidad. En su lugar, he tratado de liberarme a mí mismo. “Sea usted mismo” puede ser el consejo a seguir más difícil de todos, porque ¿qué es ser “uno mismo”, en cualquier caso? Pero cuanto más se descubre uno a sí mismo, y deja que su persona se sienta comprometida, más feliz serás. 

4. La comparación de sí mismo 
En la era de los medios sociales es fácil tener demasiadas cosas con las que compararnos. Nuestra ropa no es tan linda como todas las chicas en ‘Pinterest’, no estamos tan bien viajados como la gente que seguimos en ‘Instagram’, y nuestras amistades no gritan, “CUTE! (¡qué lindo!)”, en la forma en que el 80% de nuestros amigos de ‘Facebook’ lo hacen.

Pero no hay manera de que usted sea capaz de “mantenerse al día como las ‘Kardashians'”. El quid de la cuestión es lograr que entienda que esas cosas no va a hacerle más feliz. Sin embargo, el anhelo de esas cosas definitivamente le hará infeliz. La gratitud es el antídoto para la comparación. Liste diariamente todas las cosas maravillosas acerca de su propia vida, y va a ser una persona feliz. 

5. Adivinación 
He tenido el mal hábito de ir yendo a través de todos los resultados posibles de una situación. A veces, los resultados han estado muy lejos de ser positivos. Durante un tiempo, no me había dado cuenta de que esto era hacer las cosas mal. Simplemente, me estaba preparando para posibles realidades.

No fue hasta hace un par de años, cuando me di cuenta de que era un pensamiento negativo. Cuando usted visualiza terribles acontecimientos futuros, se crea un estrés y una ansiedad innecesaria en su vida. Cuando se capte a sí mismo que está ‘suponiendo’ que nadie va a hablar con usted en el partido, o que se le mezclarán todas las palabras en su discurso, recuerde que usted es el autor de su futuro y que el peor de los escenarios rara vez sucede. 

6. La creación de falsas expectativas 
En la novela de John Green “Paper Towns” (Ciudades de Papel), un personaje dice: “¿Usted sabe cuál es su problema, Quentin? Ponerse a esperar que las personas que no sean ellas mismas”. El personaje, a continuación, pasa a explicar cómo no se puede seguir enojado cuando la gente no hace las cosas de la manera que usted piensa que deben hacerlas.

Si su amigo es el tipo de persona que no se presenta a tiempo, no se puede sentir frustrado con él por hacer eso. Si ella no es el tipo de persona que ha supuesto, y le pregunta acerca de su vida, no puede volverse loco por eso tampoco. Espere que las personas sean ellas mismas, y será un alivio en la frustración cuando no actúan de acuerdo a sus expectativas poco realistas. 

7. Odiar en caso de fallar 
No estoy tratando de decir que echarse a perder algo no duele, o que el rechazo no se siente como un puñetazo en el estómago, pero si le estoy diciendo que debe cambiar su perspectiva sobre el fracaso. Y tengo dos citas creo que va a ofrecer esa nueva perspectiva. En primer lugar, un reportero le preguntó a Thomas Edison sobre el invento de la bombilla incandescente. Respondió: “No he fracasado ni una sola vez en la vida. He descubierto diez mil maneras que no funcionan”.

El fracaso era sólo una parte del camino hacia el éxito. La segunda, es una cita anónima: “Mi querida, se le está permitido fallar sin sea un fracaso”. El hecho de que usted no tenga éxito en algo, no significa que le define. Cambie esa perspectiva sobre el fracaso y vaya a ser una persona más feliz. 

8. Vivir la vida en otro momento 
Usted puede quedar atrapado en el pasado o en el futuro. Aferrarse a un pasado que no va a traer de vuelta, y en la espera de ser feliz en una fecha futura se acaba por posponer la felicidad que podría obtener ahora. Si espera para ser feliz hasta que termine la escuela, se case, u obtenga un nuevo trabajo, su felicidad estará siempre fuera de su alcance.

Elija en su lugar ser feliz ahora. En la vida no se trata de finalizar las cosas, sino de disfrutar de los momentos. No se lamente por la galleta que se comió, y no espere hasta que haya terminado de comer para apreciarla; disfrute de cada bocado en el momento.