¿Le dará Hollywood mayores oportunidades a las mujeres?

Solo cuatro mujeres han sido nominadas al Oscar a la mejor dirección en los 88 años de historia de los Premios de la Academia

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elsalvador.com

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2016-02-22 5:10:00

“Bien, el momento ha llegado”, anunció la presentadora Barbra Streisand en los Oscar de 2010, al revelar que Kathryn Bigelow ganó el premio a la mejor dirección por “The Hurt Locker” y se convirtió en la primera mujer en lograrlo.

Fue un parteaguas en Hollywood, y muchos tuvieron la esperanza, si no la certeza, de que llevarí­a a una era de mayores oportunidades para las mujeres cineastas. Pero seis años después, la lista de nominados a mejor director está dominada por hombres, al igual que antes de la victoria de Bigelow. De hecho, solo cuatro mujeres han sido nominadas al Oscar a la mejor dirección en los 88 años de historia de los Premios de la Academia: Lina WertmíŒller por “Siete bellezas” (1976), Jane Campion por “The Piano” (1993), Sofia Coppola por “Lost in Translation” (2003) y Bigelow.

“Claro, el ‘efecto Bigelow’ nunca se materializó”, dijo Martha Lauzen, directora ejecutiva del Centro para el Estudio de Mujeres en la Televisión y el Cine en la Universidad de San Diego. El estudio anual del centro halló que las mujeres representaron solo el 9% de los directores de los 250 filmes más lucrativos de 2015, igual que en 1998. Estudios han mostrado una desproporción similar para las mujeres en otros puestos clave detrás de las cámaras.

??¿Está cambiando la marea? Aunque la atención reciente se ha enfocado intensamente en la campaña #OscarsSoWhite (#OscarTanBlanco) desatada por la falta de diversidad racial entre los actores nominados, algunas mujeres en Hollywood guardan esperanzas (aunque cautelosamente) ante hechos recientes que deberí­an beneficiar a las mujeres y las minorí­as, tanto detrás como delante de las cámaras.

“Lo que vemos es un trasfondo de ira por la falta de inclusión en Hollywood”, dijo Janice Min, una veterana observadora de la industria que monitorea tanto The Hollywood Reporter como Billboard. “La conversación solo puede tener efectos beneficiosos sobre las mujeres”.
Min apunta que el reciente foco en el pago desigual para las mujeres, desatado por el discurso de Patricia Arquette en los Oscar del año pasado e intensificado por comentarios notorios de Jennifer Lawrence, se ha esfumado ante las interrogantes por la falta de diversidad racial. 

Pero todo forma parte de un panorama más amplio. “Sí­, habrá partes de este asunto que se resolverán primero y otras después”, dijo. “Pero el hecho de que la discusión esté del todo ocurriendo es impresionante. Es una verdadera revolución en Hollywood”.
Algunos acontecimientos recientes han dado motivos de esperanza. 

El primero, claro, es la promesa de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de duplicar el número de mujeres y minorí­as en su membresí­a para el 2020. También está la investigación en curso de la Comisión para Oportunidades Igualitarias de Empleo (EEOC, por sus siglas en inglés) de posibles prácticas de contratación discriminatorias hacia las mujeres directoras.

Más recientemente, Ryan Murphy, una de las figuras más ponderosas en la televisión estadounidense, dijo que pretende llenar el 50% de los puestos de dirección de sus programas con mujeres, minorí­as y miembros de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero). “Yo en lo personal puedo hacerlo mejor”, dijo al Hollywood Reporter.

Aun así­, advierte Lauzen, existe una gran brecha entre promesas y acción.
“Aunque parece ser un paso en la dirección correcta, por ahora es solo una promesa”, dijo de la movida de la Academia. Y respecto a la investigación de la EEOC: “Cualquier meta de contratación resultante deberá ser obligatoria, y requerirá de supervisión considerable. Ese será un reto y una movida sin precedentes en la industria del cine”.

El reporte de Lauzen, “The Celluloid Ceiling”, halló que en 2015 las mujeres representaron el 19% de todos los directores, guionistas, productores, productores ejecutivos, editores y directores de cinematografí­a de las 250 pelí­culas más taquilleras en el paí­s, un incremento de 2% respecto al año pasado, y el mismo porcentaje que en el 2001.

También halló que las mujeres en ciertos puestos tradicionalmente identificados con hombres — como los de director y director de cinematografí­a — se incrementaron al analizarse más cintas (las principales 500, digamos, en lugar de las principales 100), lo que sugiere que en las pelí­culas de gran presupuesto “las decisiones de contratación para esos puestos serí­an más susceptibles a los sesgos de la corrientes dominante de la industria”.

Un punto importante, señala Lauzen, es que las pelí­culas dirigidas por mujeres también emplean un mayor porcentaje de mujeres en otros cargos. “En filmes con al menos una directora mujer, las mujeres representaron el 53% de los guionistas”, dijo Lauzen. En pelí­culas dirigidas por hombres, las mujeres solo representaron el 10% de los guionistas. Las cintas con mujeres directoras y guionistas también tienden a tener un mayor número de personajes mujeres, en especial protagonistas.

Algunas actrices prominentes de Hollywood se han visto en la necesidad de producir ellas mismas para obtener los papeles sustanciosos que desean. “Estaba viendo un déficit de papeles protagónicos para mujeres”, dijo Reese Witherspoon a The Associated Press en una entrevista en el 2014. “Simplemente una falta de personajes complejos, de mujeres interesantes y dinámicas en la pantalla”. Witherspoon produjo “Gone Girl” y “Wild”, ambas con mujeres complicadas como protagonistas y la segunda protagonizada por ella misma.

Y Halle Berry dijo recientemente que montó su propia productora en el 2014 en parte porque le habí­a sido difí­cil, desde que se convirtió en la primera actriz negra en ganar el Oscar en el 2002, conseguir papeles sustanciosos.

Las actrices de minorí­as enfrentan aún más dificultades, dijo Chris Rock, quien fungirá como anfitrión del Oscar el domingo. “A las mujeres negras les pagan menos que a nadie en Hollywood”, declaró recientemente a la revista Essence. “Todo el mundo habla de Jennifer Lawrence. Hablen con Gabrielle Union … hablen con Nia Long. Hablen con Kerry Washington. A ellas les encantarí­a llegar a la posición de Jennifer Lawrence, o simplemente que las traten con el mismo respeto”.

??¿De qué depende el cambio? Lauzen dice que el problema es la mentalidad de los de arriba. “Muchos de quienes tienen el poder de cambiar las proporciones de género, los ejecutivos de los estudios de cine y los lí­deres de la Academia y los sindicatos, no perciben el subempleo de mujeres como un problema. En otras palabras, la voluntad para cambiar ha sido muy poca”.

Pese a cierta evidencia de fatiga respecto al tema de diversidad, como gente en almuerzos y cenas que dice “ya basta con este asunto”, Min cree que las cosas están mejorando.
“En un mundo en el que siempre han sido solo promesas, es increí­ble ver que se estén tomando medidas”, dijo. Además, señaló que aun si las intenciones no son las mejores, en Hollywood el “miedo a la vergíŒenza motiva a la gente”.