Experiencia inicial con yoga

Desde hace más de un año, el Parque Bicentenario acoge, cada último sábado del mes, al público interesado en yoga, pero siempre hay alguien que se acerca por primera vez en la búsqueda del bienestar y armonía. 

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elsalvador.com

Por Sara Castro

2016-02-27 5:23:00

La curiosidad y la expectativa se afinca y la emoción de algo nuevo irrumpe la rutina. Así sucedió con algunos asistentes que llegaron ayer al Parque Bicentenario, en San Salvador, para realizar por primera vez una práctica de yoga. 

“Yoga para todos” se realiza todos los últimos sábados de cada mes. Con más de 30 asistentes, la clase fusiona posturas para personas con más experiencia y para aquellos que se inician en la disciplina. Posiciones que Ricardo Duarte y Roger Arévalo nunca habían ejecutado, o si las hicieron su cuerpo había olvidado por completo cómo realizarlas. 

A pesar de amanecer con la primera luz del día y de introducir al cuerpo a una rutina distinta para energizarlo, ambos asistentes no se desmotivaron: se vistieron con ropa deportiva y se dirigieron a este parque que se ha convertido en un templo para la comunidad de yoguis.

La clase había comenzado. Primero se incorporó Duarte. Extendió una toalla sobre el césped y procuró cumplirlas con esfuerzo.

La instructora del centro Yogashala, Carolina de Quiñónez, orientaba a los asistentes cuando dos mujeres observaban desde lejos la clase. “Nunca es tarde. Adelante, son bienvenidas”, expresó De Quiñónez. Blanca Leiva, de 69 años aceptó la acogida y por unos minutos estiró su cuerpo. Su experiencia con el yoga había sido mínima pero aseguró que “el yoga es de hacerlo constantemente y después me iré adaptando”. 

Cuando el grupo de participantes era más nutrido, Roger Arévalo se incorporó, extendió su alfombra, se quitó los tenis y comenzó a seguir las indicaciones de la tutora. 

“Soy seguidor de El Diario de Hoy y siempre veo la noticias del yoga. Me dio curiosidad y por eso me decidí a venir. Todo es nuevo para mí pero me siento bien. Me pareció interesante y relajante practicar a buena mañana un deporte así”, dijo Arévalo tras finalizar su primera práctica.

Para Duarte, por otra parte, los ejercicios no eran desconocidos. Mucho tiempo atrás ya había experimentado con esta disciplina milenaria. Un accidente cambió su vida y el ejercicio quedó arrinconado.

“Estoy en mala condición física porque tuve una operación en la pierna, por eso me ha costado y no hice los ejercicios como deberían de ser, pero creo que es cuestión de práctica. Me he sentido bien”, declaró Duarte luego de finalizada su primer clase.

La nueva experiencia llenó las expectativas de estos aprendices del yoga y coincidieron en que el equilibrio y la relajación fueron elementos sorprendentes. 

“Sentir la naturaleza, pensar en uno mismo, eso lo hace sentir satisfecho. En la vida siempre hay algo nuevo que probar”.