La banda estadounidense Mötley Crüe celebró el nuevo año con el último concierto de su gira de despedida en el Stapless Center de Los Ángeles.
Durante el show, el baterista Tommy Lee subió a una montaña rusa, a la que llaman Crüecifly, en la que cruzaba todo el escenario mientras tocaba el instrumento.
Sin embargo, el juego mecánico se atasco dejando al músico de cabeza durante varios minutos causando el asombro de los asistentes.
Pese al momento de tensión, Lee levantó los brazos animando al público para que siguiera gritando. Luego con la ayuda del personal logró descender y se llevó los aplausos.