David Bowie y sus facetas en el arte

Transgresor y excesivo, David Bowie ha sido un referente cultural durante más de cuarenta años, además de fuente de inspiración para artistas y diseñadores que han versionado cientos de veces su exclusivo “glam".

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elsalvador.com

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2016-01-14 5:15:00

“David Bowie es uno de nuestros referentes, un icono, un genio, explican los diseñadores Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández, el dúo creativo detrás de la firma The 2nd Skin Co, que viste a Jennifer López, París Hilton, Anne Heche o Jessica Biel.
Estos creadores reconocen que Bowie, sin ser un diseñador de moda fue un transgresor, un creador único, y entendió como pocos el valor de la imagen.

“Quizá esté loco, pero siempre he tenido una repulsiva necesidad de ser algo más que un humano (…) A la mierda quiero ser un superhombre”, expresaba Bowie en 1972, cuando publicó su cuarto álbum “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars”.

Y así ha sido, un superhombre, convertido en icono. “Fue un genio en la moda que creó el glam”, apuntan Burillo y Fernández, quienes aseguran que Bowie es un hombre “especial, misterioso, una estrella que brillará siempre”.

El británico solía hablar de sí mismo como la “Xeron Machine” una máquina fotocopiadora, porque recopilaba y absorbía ideas y conceptos de todas partes.

Con gran capacidad para reinventarse, este cantante camaleónico se construyó con los trazos de la pintura de Warhol, el sonido de la banda Velvet Underground y la estética del filme La Naranja Mecánica, de Stanley Kubrick.

Tacones, pendientes y pelos de colores
Su verdadera transformación estética ocurrió en la década de los 70 en Nueva York, donde conoció a Andy Warhol, Iggy Pop y Lou Reed, juntos frecuentaban la famosa Factory, el estudio del pintor donde los hombres lucían vestidos, tacones, pendientes y se teñían el pelo.

David Bowie barajó talento, ambición y ambigüedad sexual, un cóctel que jamás dejó de agitar y que tanto ha influido en el mundo de la moda.
“Su carisma y estilo inconfundible han contagiado a multitud de artistas durante décadas, siendo inspiración también en alguna de mis colecciones, con ese lado canalla y transgresor que tanto gusta a mis mujeres”, explica la diseñadora Teresa Helbig.

Solo el año pasado, la estética de Bowie estuvo presente en las colecciones de María Escoté, Agatha Ruiz de la Prada, Emilio Pucci, Anna Sui, Rodarte o Louis Vuitton, entre otras.

Pero a lo largo de sus cuarenta años de carrera, David Bowie ha inspirado las colecciones de mujer de Gucci, Balmain, Dries Van Noten, Givenchy o Celine.

Entre sus prendas fetiches, se encuentra la mítica americana de rayas horizontales y solapas enormes que Bowie solía combinar con ajustadísimos monos o con pantalones amplios y corbatas muy anchas.

Exposición en Londres
En la década de los ochenta, la estrella de rock se presentó con un estilo más reposado, arropado con un halo “dandy”. Las americanas brillantes fueron el eje central de un estilismo que se adornaba con lazadas finas al cuello.

La moda no fue un complemento indirecto en su vida, Bowie, sino un espejo en el que se miraba. Yves Saint Laurent, Alexander McQueen o Yamamoto crearon estilismos para la estrella del rock.

Aficionado a la pintura, él mismo inspiró lienzos, como la colección de cuadros de otro músico, Paul McCartney, quien en 1999 inauguró una exposición de arte en el museo Kunstforum Lyz de la ciudad alemana de Siegen basada en David Bowie, Elvis Presley o Andy Warhol.

Y si hubo un fotógrafo por excelencia prendado de la imagen de Bowie, ese fue el japonés Masayoshi Sukita, el artista que más veces retrató al músico británico, entre ellas la portada de “Heroes”.

Las desviaciones de David Bowie hacia otras disciplinas eran constantes y su anticipación a las tendencias, un hecho.

También actuó
Antes de consolidarse como un músico exitoso, Bowie inició su carrera como actor.  Bajo la dirección de Lindsay Kemp estudió teatro vanguardista y el arte del mimo, tiempo después hizo el papel de Cloud en la producción de Kemp de 1967 Pierrot in Turquoise (convertida posteriormente en la película de televisión de 1970 The Looking Glass Murders).

El artista también trabajó en la producción teatral de Broadway ‘The Elephant Man’, y recibió alabanzas por su expresiva interpretación. Interpretó su papel 157 veces entre 1980 y 1981. 

En 1992 encarnó al misterioso agente del FBI Phillip Jeffries en la película de David Lynch ‘Twin Peaks: Fire Walk with Me’.

En 2006 Bowie actuó en el rol del físico Nikola Tesla, junto con Christian Bale y Hugh Jackman en ‘The Prestige’, una película de Christopher Nolan basada en la novela epistolar de Cristopher Priest sobre la rivalidad de dos magos a principios del siglo XX. 

También en 2006 dio voz al villano Maltazard en la película animada Arthur y los Minimoys, así como a un personaje de la película para la televisión de Bob Esponja. 

En el filme de 2008 August, dirigido por Austin Chick, obtuvo un papel secundario como Ogilvie y trabajó junto a Josh Harnett y Rip Torn, con quien había colaborado en El hombre que vino de las estrellas. Agencias