2015: Más pasos de gigante para vencer al cáncer

Durante 2015 la ciencia se encontró ante un nuevo paradigma con terapias que apuntan a fortalecer el sistema inmune para ganarle a la enfermedad, en contraposición a los tratamientos tradicionales que proponían atacar a las células cancerosas.

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elsalvador.com

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2015-12-31 6:00:00

Avances como la inmunoterapia y terapias dirigidas contra el cáncer (la inmuno-oncología) han centrado en este año la investigación contra esta enfermedad.También nuevos métodos de diagnóstico, como la biopsia líquida o el descubrimiento de la ruta de la metástasis, han destacado en este año que finaliza. Estas son algunas prácticas desarrolladas en 2015 para la batalla que la ciencia libra contra el cáncer. -EFE

Inmunoterapia
Activar o quitar los frenos del sistema inmunológico para que combata a las células cancerígenas ya es una realidad en cánceres como el melanoma o los de la sangre. Ahora la precisión en los tratamientos es mayor e intentan llegar a nuevos tipos tumorales.

Este fue el caso del cáncer de pulmón, que se resistía a la inmunoterapia. Este año se han aprobado ya fármacos inmunomoduladores contra el tumor de pulmón no microcítico  (células no pequeñas). 

Una terapia inmunológica ha demostrado aumentar supervivencia en los pacientes que ya han recibido quimioterapia. Se estudia su efecto al ser tratamientos muy prometedores con unos efectos tóxicos diferentes.

También se investiga como opción para otros cánceres como el gástrico, de hígado o de colon. En este último, “se están investigando múltiples moléculas… y para algunas se debe seleccionar mejor a los pacientes tratados, quizás los que presentan inestabilidad de microsatélites”, dijo Aitana Calvo, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Terapias dirigidas
Otra de las vías de investigación en auge es el hallazgo de nuevos anticuerpos monoclonales que se dirigen contra los antígenos o marcadores de la célula tumoral disminuyendo así el daño en las células sanas y los inhibidores de las vías de activación que inhiben la proliferación celular y permiten la muerte de las células dañadas, impidiendo así que se multipliquen.

Así, este año se han presentado tres anticuerpos monoclonales en menos de un mes que han revolucionado el tratamiento contra el mieloma, un tipo de cáncer de médula ósea producido por una degeneración del ADN de las células plasmáticas para el que apenas había terapia farmacológica y que es prácticamente incurable.

También se han visto ensayos durante este mes en la reunión de la Sociedad Americana de Hematología (ASH por su siglas en inglés) relativos al inhibidor midostaurina, una esperanza contra la leucemia mieloide aguda, la más grave, después de una década sin nuevos fármacos.

Vacunas terapéuticas
Otras estrategias terapéuticas novedosas y prometedoras que se están investigando son las vacunas terapéuticas contra los antígenos tumorales, produciendo una respuesta inmune que permita reconocer y destruir las células tumorales, prevenir que el tumor vuelva a desarrollarse (gracias a la “memoria” del sistema inmune) o eliminar los restos de células tras otros tratamientos.

Así se están desarrollando vacunas frente a HER2, CEA, hTERT y otro tipo de marcadores en todo tipo de tumores, incluyendo el cáncer de mama HER-2 positivo o el cáncer de mama triple negativo (uno de los más agresivos y para los que existen opciones terapéuticas limitadas).

Otras áreas de investigación importantes serían los tratamientos con virus oncolíticos, que infectan preferentemente las células tumorales, ya sea de forma natural o mediante modificaciones producidas en el laboratorio para que se dirijan contra antígenos específicos del tumor como el EGFR o el HER-2, multiplicándose en el interior de la célula tumoral y ocasionando su destrucción. 

Diagnóstico
Encontrar nuevas vías de diagnóstico que faciliten la detección precoz del cáncer es otro de los objetivos de la ciencia. Y una de ellas es la biopsia líquida que a través de una extracción de sangre permite identificar mutaciones para aportar información sobre el pronóstico. 

“Es una técnica mínimamente invasiva que proporciona información sobre cómo evoluciona el tumor en el paciente, cómo se hace resistente a los distintos tratamientos, permitiendo además el diagnóstico precoz de la reaparición. Actualmente existen muchos estudios en marcha sobre la biopsia líquida para cáncer de colon y de recto, mama y otros”, informó Aitana Calvo, oncóloga en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

En este campo, este año ha destacado la técnica desarrollada por científicos del Vall d’Hebron Instituto de Oncología de Barcelona que, a través de una punción lumbar, analiza el ADN circulante en el líquido cefalorraquídeo lo que permite diagnosticar, pronosticar y afinar en el tratamiento de los tumores cerebrales sin necesidad de realizar una biopsia de tejido cerebral.

Terapia génica 
Otro tipo de terapias que se encuentran todavía en fase de experimentación sería la terapia génica que trata de introducir material genético en células vivas mediante virus, liposomas o nanopartículas.

Mediante estos tratamientos se intenta destruir las células tumorales, impedir su crecimiento, intensificar la reacción inmunitaria del paciente al cáncer o hacerlas más sensibles a los efectos de otros tratamientos.

También la transferencia adoptiva celular es un tratamiento experimental que aumenta la habilidad natural de las células inmunes del paciente para destruir el cáncer.

Se cultivan los llamados linfocitos T citotóxicos que han invadido el tumor de un paciente, se identifican los que tienen mayor actividad antitumoral en el laboratorio, se modifican si es preciso, se cultivan y se infunden de nuevo en el paciente. Este tipo de terapias se estudió primero en melanoma, pero actualmente se está investigando en todo tipo de tumores sólidos y hematológicos.

Clasificación genética
Actualmente existen distintos grupos internacionales que están trabajando en la clasificación molecular de los distintos tipos de tumores como el cáncer colorrectal para conocer los subtipos según sus características genéticas, lo que permitiría abordarlo de forma personalizada como ya ocurre con el cáncer de mama.

“Cada vez somos más conscientes de que el cáncer de colon, el cáncer de pulmón o los distintos tipos de tumores no son una única enfermedad, sino distintas enfermedades más o menos agresivas y que responden de modo diferente a los distintos tratamientos”, señala Calvo.

Además, científicos del Consorcio Español del Genoma de la Leucemia Linfática Crónica (LLC), han establecido el catálogo genético de esta enfermedad que identifica 60 genes claves cuyas mutaciones provocan el desarrollo del tumor y, por primera vez, incluye también como causa de esta leucemia mutaciones en zonas del lado oscuro del genoma o ADN basura, una región que cada vez más, en contra de lo pensado hace años, se muestra útil para entender el genoma humano.

Metástasis
Otro de los hitos de 2015 en el campo de la investigación básica fue que un equipo integrado por investigadores del Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO) de España, del Weill Cornell Medical College y del Memorial Sloan Kettering Cáncer Center descubrió los mecanismos por los que los tumores eligen a qué órgano dirigen la metástasis y preparan el terreno.

El estudio, publicado en la revista Nature, corroboró la existencia de los exosomas, una pieza clave en el proceso de la metástasis.

Los investigadores recopilaron indicios de que los tumores lanzan millones de vesículas cargadas con proteínas y material genético, llamadas exosomas, que actúan como avanzada del tumor y cuya misión es conseguir que los órganos de destino estén preparados para acoger las células tumorales.

Así, los exosomas provocan en el órgano de destino la respuesta molecular necesaria como inflamación o vascularización, para acoger las células tumorales. Cuando éstas llegan al órgano, el entorno es perfecto para proliferar.