Cómo lidiar con un adolescente incontrolable

Aprenda cómo manejar un adolescente actuando de una manera eficaz y comprensiva

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elsalvador.com

Por Anastasia Pollock, Deseret News

2015-11-05 1:14:00

“¡Estoy en mi límite! Ya no sé qué hacer!”. Esta es, por lo general, la primera declaración que escucho de personas que tienen bajo su cuidado a adolescentes, cuando entran a la terapia para tratar sobre sus problemas de conducta. Si un chico o chica está actuando fuera de su comportamiento habitual, los padres o cuidadores a menudo se sienten impotentes, y sin esperanza de que la situación pueda mejorar. Ellos se agotan, y no saben qué decir o hacer para ayudar a el o la adolescente. 

Aquí enumero los consejos que doy a los cuidadores o padres que buscan la ayuda de mi parte, y que les facilitará poder entender mejor al adolescente, y mejorar la relación durante este tiempo tan delicado en sus vidas. 

No etiquete al adolescente como “malo” 

El adolescente está actuando a menudo con la marca de ser un ‘mal chico o chica’. Sin embargo, en mi carrera profesional, nunca he conocido a uno malo. Por el contrario, he conocido a un montón de adolescentes que están luchando con las emociones, sus identidades, y con problemas en el hogar y en la escuela, pero ninguno de ellos ha sido malo en el fondo de su corazón. 

Cuando un adolescente se extralimita en su comportamiento, está tratando de enviar un mensaje. Sus cerebros aún no se han desarrollado plenamente, y carecen de algunas de las habilidades que la mayoría de los adultos tienen para manejar emociones intensas. Añada el hecho de que las hormonas están generalmente en su máximo apogeo, ya que llegan a la pubertad. Es la combinación perfecta para que su hijo o hija adolescente empiece a mostrar problemas de conducta. 

Asumir que el adolescente es malo puede afectar a cómo reaccionar ante sus comportamientos y formarle creencias negativas acerca de sí mismo, lo que puede dañar seriamente su autoestima, su confianza, y dejar de tener motivación que pueda cambiar su comportamiento. Además, este supuesto puede hacer un daño importante a la relación padres / hijos, que puede alargarse a su edad adulta. 

Sin duda, es oportuno señalar los comportamientos que no son aceptables, pero ser específico sobre el mal comportamiento y no generalizar esa mala actitud en su personalidad. 

No tomarse como algo personal las palabras y comportamientos

Esto es más fácil decirlo que hacerlo. A veces, los adolescentes, pueden decir cosas muy hirientes a un padre o cuidador bien intencionado. La situación empeora cuando el cuidador contraataca al adolescente con un comportamiento o palabras motivados por ese dolor. Tómese su tiempo para dar un paso atrás a la situación, para que tenga margen para procesar sus emociones que surgen como resultado de las verbalizaciones o el comportamiento del adolescente. Está bien decir “tengo que tomarme un momento para mí” y alejarse.

Recuerde que el adolescente está sufriendo y atacando a la vez. Sus palabras y comportamientos están relacionados con su dolor emocional, no necesariamente con usted. Solo asegúrese de que se vuelve a la cuestión más adelante, con el fin de tratar el comportamiento del modo descrito en el apartado anterior. 

Vea esos comportamientos extralimitados como algo que ellos usan para tratar de comunicarse 

Los niños de todas las edades utilizan sus comportamientos para comunicarse con los adultos acerca de cosas que aún no pueden verbalizar. Considere la situación de que un bebé llora porque tiene hambre o está incómodo. Conforme los niños crecen, desarrollan la capacidad de empezar a usar el lenguaje para comunicar sus necesidades; pero, recuerde que, como se mencionó anteriormente, sus cerebros no se desarrollan por completo en la adolescencia, por lo que a veces siguen utilizando sus comportamientos como una forma de comunicarse. 

Cuando vea a su hijo extralimitarse, piense en el mensaje que probablemente él o ella están intentando enviar. Por ejemplo, “¡Te odio!”, puede querer decir: “estoy muy confundido, y odio lo que siento en este momento”. En este punto, escuchar es crucial. 

Obtener ayuda externa

Hay algunas cuestiones que un adolescente no quiere discutir con sus padres o cuidadores. Por eso es muy importante asegurarse de que tengan alguien con quien hablar, como un terapeuta, un consejero de la escuela, o una tía, tío, o familiar de confianza. Esto bajará la presión de los padres y dará al adolescente una persona en quien pueda confiar esas cosas que, simplemente, no quiere que sus papás sepan. 

Esté dispuesto a cambiar

Es muy difícil para un adolescente cambiar comportamientos cuando los padres no están dispuestos también a hacer cambios. Tenga en cuenta que ser un adolescente es difícil. Es el momento en la vida cuando tratamos de averiguar quiénes somos y dónde encajamos en el mundo. También es una época de cambios drásticos físicos y emocionales. 

Tener comprensión por un adolescente puede significar recorrer un largo camino en el inicio de las conversaciones, que deben ocurrir para hacer frente a los problemas de conducta.