Actriz cubano-salvadoreña brilla en el musical sobre los Estefan

La corresponsal en Nueva York de elsalvador.com estuvo en una de las presentaciones previas al debut de "On Your Feet!", protagonizado por la actriz cubano-salvadoreña Ana Villafañe.

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elsalvador.com

Por Carmen Tamacas

2015-11-05 6:06:00

Melancolía por la tierra donde se nace y a la que uno ignora si volverá. Un poco de tragedia, mucho humor y ante todo, romance, ritmo y sabor latino. El musical que cuenta la vida de Gloria y Emilio Estefan es un derroche de energía con todo el glamour de Broadway.

El Diario de Hoy cubrió en primicia “On your Feet!”, dìas antes de su estreno oficial. Con un lleno total en el Marquis Theatre, nos asomamos por la ventana que el matrimonio más exitoso de la industria discográfica latina ha abierto para revelar secretos, amarguras, altas y bajas en su historia de amor.

Los esposos Estefan han encapsulado el potente legado de Miami Sound Machine porque, como ellos lo dicen, la música fue lo más grande que los llevó a través de su vida juntos.

El tono de su complicidad es evidente desde el principio, cuando sus voces se escuchan por los parlantes pidiendo a los asistentes al teatro que apaguen sus teléfonos celulares. Cuando se abre el telón, nadie está preparado para la descarga musical que hace vibrar hasta la médula.

La orquesta interpreta “Rhythm is gonna get you”, con una coreografía que emula a la del video original de 1987; el público es transportado hasta Washington D.C., en 1990, presenciando una estampa familiar e íntima detrás del escenario: Emilio -protagonizado por Josh Segarra- tratando de persuadir a su pequeño hijo Nayib de que termine la tarea y vuelva al bus de la banda, mientras su madre se alista para salir a cantar.

Simulando las bambalinas, los espectadores tienen el espectacular primer encuentro con Gloria, joven, bella y vigorosa, encarnada por la talentosa actriz cubano-salvadoreña Ana Teresa Villafañe.

Haga una búsqueda mental hacia los éxitos de Miami Sound Machine en los años 80 y 90 y no, no es un espejismo: Ana realmente es Gloria, con sus jeans enfundados en polainas de cuero y bustier blanco de lentejuelas. Es ella.

La primera transición es hacia 1966, siendo Gloria una niña manteniendo correspondencia magnetofónica con su padre, José Fajardo, mientras éste cumplía con el servicio militar en Vietnam. Un velo de melancolía los cubre al entonar la canción “Cuando salí de Cuba”.

El escenario se transforma ahora y varias veces con grandes paredes y ventanas de madera, evocando el estilo de las barracas convertidas en apartamentos, donde se asentaron muchos exiliados cubanos de esa época en Miami. 

Allí, entre las cocinas derruidas y los lavaderos comunes transcurren los últimos días de la infancia y la primera juventud de Gloria; en un número al ritmo de “Tradición”, la niña -interpretada por Alexandria Suárez, la voz en televisión de “Dora la Exploradora”- desaparece entre las sábanas de colores y se convierte en una adolescente de 17 años.

La vida es tranquila hasta el día en que reciben una visita inesperada.

Emilio, vestido con unos ajustados shorts blancos, tiene un primer encuentro bastante desafortunado con la madre de Gloria -interpretado por la laureada actriz Andréa Burns-, cuando llega a buscarla atraído por las referencias a su voz privilegiada. Si las primeras impresiones cuentan, lo anterior es prueba de que hasta en las mejores familias ocurren desavenencias que pueden durar años.

Aunque la madre es un punto de conflicto -en la vida real y en la obra- también es el punto de conexión con Cuba y su música.

Amor a la primera canción

En ese entonces, Gloria tenía 17 años, cuando estudiaba Psicología, componía canciones en la intimidad de su habitación, y cuidaba de su padre enfermo. En compañía de su ángel guardián y fuente de inspiración, su abuela Consuelo, su madre y hermana Rebecca, acepta la invitación a una fiesta de Emilio y su banda, los Miami Latin Boys.

En una de las interpretaciones más imponentes de Ana Villafañe, se sienta ante el piano y canta “Anything for you” (No te olvidaré), cautivando a los asistentes a la fiesta, los músicos y, especialmente a Emilio.

La historia de amor comienza a hilvanarse, pero así  también los sinsabores por los desencuentros de Gloria con su madre. No es solo que no le gustaba Emilio, sino que Gloria Fajardo ve cómo su hija está logrando seguir el camino de la música, mismo que a ella le fue truncado por el exilio de Cuba.

Pero Gloria madre tiene su momento para brillar con luz propia, interpretando “Mi tierra”. Esa sería su última presentación en el club Montmartre de La Habana, antes de escapar de la inestabilidad política y revolución que se transformaría en dictadura. La rabia en sus ojos lo dice todo, al irse de Cuba, una parte de ella murió.

Mientras pasaba el tiempo, nadie pudiera imaginar los tropiezos y dificultades que Gloria y Emilio, al frente de Miami Sound Machine, tuvieron que enfrentar, especialmente de cara a los productores e inversionistas. Siendo pioneros del crossover, para algunos sonaban muy “latinos” y para otros muy “americanos”… Hubo que vender los discos en la calle, tocar gratis en bar mitzvahs y bodas judías y hasta en convenciones masónicas y sobornar DJ’s con panes cubanos.

Esa es la historia tras el éxito de “Dr. Beat”, de 1984, que llegó a las mejores 10 canciones bailables en Estados Unidos y, desde luego “Conga”, de 1985, que mueve a todo el elenco hacia los pasillos, invitando al público que, inevitablemente, se pone a bailar.

La escena romántica más intensa llega cuando, después de varios años de trabajar juntos, ocurre el mágico primer beso. Iluminados por los fuegos artificiales de un 4 de julio, Gloria y Emilio se funden en el abrazo que se convertiría en un baile eterno, mientras cantan a dúo “Here we are”.

Nunca más la oscuridad

En la cúspide de su carrera, cuando los Estefan realizaban giras mundiales y eran capaces de negociar un contrato inédito para una artista latina -Gloria llegó a firmar por 50 millones de dólares- todo estuvo a punto de acabar abruptamente.

Quién no recuerda los titulares noticiosos de marzo de 1990, con las fotografías del bus de los artistas destrozado tras ser embestido por un tractor, durante una nevada en Pensylvania. En su momento, Gloria Estefan contó que ella tuvo una especie de premonición sobre lo ocurrido; ese giro dramático fue captado muy bien por Ana Villafañe al interpretar la agridulce letra de “Famous” (Cuando en este mundo es lo suficientemente/ nunca pensé /Podría ser bastante así de duro / Vivir mi vida como si/ Millones de personas no miran/ Ellos no están allí) para revivir los momentos en que Gloria estuvo al borde de la muerte, reencontrándose con sus seres queridos, en un ambiente frío, rodeado de una luz intensa y pálida.

Pero no, conocemos la historia y el siguiente acto musical es el inolvidable retorno, un año después del accidente, en la entrega de los American Music Awards. Con su fabuloso vestido de seda azul, cantó “Coming out of the dark” (Desde la oscuridad), un testimonio de la fortaleza basada en su fe, y en el apoyo de su familia.

El cierre del musical, tras casi dos horas de espectáculo, es un megamix donde el elenco y  la orquesta interpretan algunas de las canciones más emblemáticas, como “Rhythm is gonna get you”, “Oye”, “Conga”, “Turn the beat around” y al final, la audiencia hace honor al título de esta fiesta latina, se pone de pie y  baila mientras “Get on your feet” se hace escuchar reforzada con los interminables aplausos.

En el musical, también debutó el hondureño David Baida, como parte del ensamble. Y el show será parte del desfile de Acción de Gracias que anualmente organiza Macy’s en noviembre.

REACCIONES DEL PÚBLICO

“Viendo todos los detalles, es muy real como han recreado toda esa época de los años 80 y 90. Mi parte favorita es acerca de la madre, cómo ella inspiró a Gloria para cantar las canciones viejas de Cuba. También la parte cuando Conga era cantada en bodas y fiestas privadas antes de que se hiciera famosa”. Maxine Goicuria, hondureña residente en Nueva Jersey

“Tuve la oportunidad de hacer una sesión fotográfica del elenco junto a los esposos Estefan, y es sorprendente la interpretación de Josh Segarra, era como ver a dos Emilio Estefan juntos”. Chris Swenson, fotógrafo y productor audiovisual

“Me gustó mucho, realmente no estaba familiarizada ni con la música ni con la historia de ellos. El musical está lleno de emociones, parece muy real”. Carolyne Swenson

“Me gustó mucho el final, los bailes, el vestuario. Lloré en muchas partes porque son tristes, además conozco algunas de las canciones”. Bonnie Falkowitz