Recientemente estuvo de visita en El Salvador la española María Pocoví, experta en neuromarketing y co-fundadora de Emotion Research LAB, empresa pionera en reconocimiento facial de emociones a través de las últimas tecnologías en visión artificial, quien nos habló sobre esa tecnología que ya está en el país.
¿En qué se diferencia el neuromarketing del marketing tradicional?
En las herramientas que utiliza. Es la combinación de las tecnologías de la neurociencia aplicadas al marketing esto implica que la resonancia magnética, la electroencefalografía o el reconicimiento facial de emociones que se han usado los neurocientíficos para entender como funciona el cerebro se están usando ahora para entender cómo la gente toma decisiones. Esto ayuda a ser más eficientes en los estímulos de marketing o en las investigaciones que estamos realizando.
¿Qué es el reconocimiento facial?
Es la forma de medir las emociones del consumidor sin necesidad de que las verbalice. En sí es un software que permite, a través de visión artificial, leer la microexpresión facial y un algoritmo matemático lo traduce en las emociones básicas que está sintiendo el consumidor.
Esas son felicidad, sorpresa, enfado, desagrado, miedo y tristeza. Además permite medir si existe neutralidad y también el nivel de atención que el consumidor le está prestando a un determinado estímulo.
¿Cómo funciona?
La base del reconocimiento es un software que a través de una cámara está recogiendo la imagen del rostro y a partir de ahí es casi automático, es decir la persona visualiza un video o un producto, la cámara recoge sus rasgos, sus microexpresiones y el software nos informa de las emociones que la persona está sintiendo en ese momento.
La ventaja principal es que al utilizar una cámara web no necesitamos tener conectada a la persona de ninguna manera. Es decir no se necesita ponerle cables, es una forma muy sencilla y poco invasiva para el consumidor y muy parecida a la vida real que es lo que nos interesa cuando estamos intentando conocer al consumidor.