¿Padece usted amnesia digital?

Una de las causas es que delegamos la responsabilidad de recordar nuestro día a día a los dispositivos electrónicos.

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elsalvador.com

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2015-09-15 7:10:00

Ser capaz de recordar algo que pasó hace diez años pero no el número de teléfono de su hermano o su hijo es más habitual de lo que puede parecer. Así lo señala un estudio llevado a cabo por la empresa de seguridad informática Kaspersky Lab, revelando que las personas que se conectan habitualmente a Internet no recuerdan, en un 44% de los casos, el número de sus hijos, o en un 55%, el de su trabajo.

El psicólogo español Enrique García Huete, director de Quality Psicólogos y profesor de la Universidad Cardenal Cisneros,  explica qué es la llamada amnesia digital y qué podemos hacer para no perder la memoria.

Dependemos cada día más de las tecnologías, y esto trae consecuencias. Antes, por ejemplo, conocíamos los teléfonos de las personas de nuestro entorno “por repetición”, había que marcarlos. Ahora ya no hace falta.
Pero además poseemos varios dispositivos electrónicos, aplicaciones y programas que nos dicen las citas que tenemos a lo largo del día, los cumpleaños o fechas especiales. 

En otras palabras, delegamos a los dispositivos la responsabilidad de recordar nuestro día a día, lo cual afecta la memoria de evocación y recuerdo.

Hay solución
Pese a que  García cree que “en el terreno de lo digital la batalla está perdida”, señala que podemos poner solución llevando a cabo otros ejercicios.

“La memoria es una función que tiene que ver con la atención, la comprensión y la capacidad de volver a evocar ese recuerdo. Hay que seguir trabajando en esos aspectos sobre todo desde ámbitos educativos”, explica. 

Es necesario por tanto solventar el problema “con otros tipos de memoria: memorizando poesía, haciendo recuerdo de conceptos, a través del arte, de la música” para tener una buena memoria de evocación sin que tengamos que sabernos todos los teléfonos de nuestra familia. Tan fácil como escuchar una canción y esforzarnos por recordar qué nos evoca, a quién nos recuerda, dónde la oímos por primera vez.

En otras palabras, la ‘desintoxicación’ pasa en cualquier caso por un estímulo de actividades fuera de la pantalla, como actividades sociales que requieran el cara a cara, la práctica de deportes y actividades al aire libre.