Pediatra aboga por el instinto y el cariño para criar a los niños

El español Carlos González imparte varias conferencias en Guatemala. Hizo varias propuestas para ayudar a los niños a crecer mejor.

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elsalvador.com

Por EFE

2015-09-19 3:06:00

El pediatra español Carlos González, conocido en el mundo por su defensa de la crianza natural en la primera infancia, abogó, en una entrevista, por seguir el instinto a la hora de criar a los niños y utilizar, como armas, el poder del cariño y del afecto.

Con motivo de su visita a Guatemala para participar en una serie de conferencias, González aseguró que la mayoría de los lloros que tienen los pequeños son por “necesidades afectivas”, sobre todo, de sus madres.

En este sentido, recordó como muchas progenitoras indígenas llevan a sus bebés colgados de su propio cuerpo todo el día.
“Todo el mundo cree que lo hacen por cultura, pero esa es la mejor manera de que las madres puedan hacer cosas y que los pequeños estén felices”, sostuvo González, quien además es escritor de libros como “Bésame mucho”, “Un regalo para toda la vida” o “En defensa de las vacunas”.

Defensor de los abrazos y los mimos, este afamado médico reconvertido en francotirador de palabras, sostuvo que, por ejemplo, los niños “lo pasan mal” en las guarderías, y que en países más avanzados como Noruega, Suecia o Finlandia no asisten a esos centros.

Este experto catalán tampoco entiende el afán por hacer que los críos se alimenten de una “forma tan rara”, con comida prefabricada como papillas o “potitos” en lugar de alimentos “normales”, como los que comen los padres en su día a día.

“El problema es que intentamos que nuestros hijos coman distinto a lo que comemos los adultos”, explicó enfático, y agregó que, desde los seis meses, se les debe poner un plato delante para que coman lo que quieran.

Esto ayudaría a evitar “muchos problemas”, ya que la mayoría de las veces las madres se sienten “presionadas” por algunos profesionales e intentan, de manera angustiosa, cumplir a rajatabla las indicaciones.

“Algunos (niños), si te despistas, hasta comen papel, así que comerán”, sostuvo con sarcasmo.
Según González, al niño se le debe dar una alimentación complementaria similar a la de los adultos, que además él mismo pueda experimentar y seleccionar como un acto reflejo.

Al igual que se lleva a la boca las llaves del coche, al niño se le debe permitir coger espaguetis con su mano y conocer así su textura y sabor, comparó.
Indicó que “no sirve de nada” exigir esa “educación alimentaria” durante los primeros años de vida si no se potencia durante su crecimiento como adolescente, para crear conciencia de la necesidad de una dieta variada y equilibrada.

Esto no requiere de grandes cantidades de dinero, manifestó, sino que es cuestión de “aprender” que “con poco” se pueden conseguir cosas “baratas y más sanas”.

González, casado, con tres hijos y licenciado en medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona, es fundador y presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna, además de miembro del Consejo de Asesores de Salud de La Leche League International y asesor de la Iniciativa Hospital Amigo de los Niños (UNICEF).

Como tener un hijo es una experiencia trascendente, González recordó que ser padres es más importante que el dinero o el trabajo, porque, en muchas ocasiones, a los pequeños no se les dedica el tiempo suficiente.

Algo que a su juicio, es un grave error, porque criar “a la futura generación del país” tiene que ser un trabajo más valorado que, por el momento, sigue en el olvido.