Muchas de las cosas que hacemos todos los días están motivadas principalmente por encajar en algún grupo social de determinado, por estar a la moda, por ser parte de…, y si hay algo que entra dentro de esa categoría son precisamente los tatuajes (rayarse el cuerpo), llevar piercings y modificaciones corporales.
Antes de que tomes una decisión, me tomé la libertad de darte algunos informes al respecto:
1. Averigua… Si eres alérgica a los componentes de las tintas, materiales utilizados en la fabricación de los accesorios, o si la modificación corporal puede llegar a tener consecuencias dañinas para el correcto funcionamiento de tu cuerpo.
2. No pases por alto… Que hacerte este tipo de cambios pueden tener repercusiones en tu salud. Por ejemplo, la hepatitis B o C o el VIH son algunas de las infecciones que se asocian con estos procedimientos. Por si fuera poco, estas tres acciones suelen impedir que más adelante, en una emergencia, puedas donar sangre.
Permíteme contarte una anécdota: mientras estudiaba en la universidad, en una clase, a mis compañeros y a mí nos pidieron compartir experiencias que nos hubieran marcado, y un compañero contó qué fue lo que hizo que renunciara para siempre a las drogas: en una ocasión que estaba bajo los efectos de esas sustancias su hermano enfermó de gravedad y era necesario e inmediata una transfusión de sangre; sin embargo, él no pudo ayudarlo precisamente porque al estar drogado su sangre no le servía.
3. Piensa muy bien… Qué es lo que te está llevando a decidir rayar tu cuerpo, colocarte piercings o hacerte modificaciones corporales; recuerda que la vida está en constante cambio, y la forma en que la ves hoy puede no ser la misma más adelante, o lo que es peor, que lo que hagas hoy pueda perjudicar tus planes a futuro.
Hoy día tatuarse está de moda, pero no sabes si lo estará dentro de treinta años. Por otra parte, la revista Merca20 en el año 2013 publicó los datos de un estudio que develó que a 74.2 por ciento de las personas tatuadas o con piercing se les dificulta encontrar trabajo.
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4. Más informes: Procura elegir lugares en tu cuerpo que si acaso llegaras a requerir puedas ocultarlos fácilmente, no sabes qué te depara el futuro, por ello, no lo arruines anticipadamente.
Opta por sitios (donde tatúan o colocan piercings) que estén verdaderamente establecidos, que cuenten con los permisos adecuados, que tengan una buena reputación, pero sobre todo que cumplan con todos los aspectos higiénicos básicos y necesarios para que no arriesgues tu salud.
Por último, piensa, piensa y vuelve a pensar, no solo actúes, ten en cuenta que la moda cambia de forma constante (lo que hoy es bien visto o causa admiración, mañana ya no, ya estará en desuso).
Ve las fotos de tus papás cuando eran adolescentes: nadie quisiera peinarse o vestirse como ellos hoy día y un tatuaje es un poquito eso: como quedarse con un adorno por toda la vida porque, aunque se puede “borrar”, nunca se borra por completo y siempre es muy doloroso.
De nuevo: una cosa es hacer algo por convicción y otra por imitación. Tu vida es tuya, y estás en plena libertad de vivirla cómo mejor te parezca, pero procura que la forma en que la vivas no te deje huellas que no puedas borrar.
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