Confesiones de varias maestras de primaria

Recordando los años escolares pasados, los maestros revelan sus secretos en el aula, tanto sinceras como llenas de humor.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Lyndsi Frandsen, Deseret News

2015-08-27 7:45:00

Si usted es un padre, estudiante, o profesor, de una u otra manera, es probable que esté diciendo “adiós” al verano y “hola” a un nuevo año escolar. Los maestros de escuelas primarias de todo el mundo están trabajando muy duro para prepararse para un nuevo grupo de estudiantes.

Antes de que completamente “reviertan” de nuevo a “modo maestro”, pensé que sería divertido recordar los años escolares pasados, y les pedí que revelarán secretos del aula, tanto humorísticos como sentimentales.

Tome una manzana, póngase un lápiz detrás de la oreja, y trate de disfrutar de la “vuelta al cole” desde el punto de vista de un maestro o maestra. (Los nombres han sido ocultados para proteger a los inocentes):
-“Estoy constantemente recordando a mis alumnos que los mocos no son parte de la alimentación” – Maestra de jardín de infancia (kindergarten).

– “Cuando el distrito cambió a la harina integral, en el día de los ‘espaguetis’ todos hemos escuchado (y olido) los efectos secundarios”. – Maestra de segundo grado.

– “Cuando tuvo que venir una maestra sustituta, yo solía decirles a mi clase que ella iba a molerles sus huesos para hacer pan si hacían travesuras. A principios del año estaban horrorizados. Pero, al final, sólo guiñan sus ojos y se rien”. – Maestra de tercer grado.

– “Cuando te veo en el supermercado al final del verano, ¡mi corazón está palpitando! Me encanta verte de nuevo, y descubrir que de repente el verano ya pasó; ahora me encuentro con un amigo muy querido. ¡Te quiero!” – Maestra de kindergarten.

– “Cada vez que un niño se orina en los pantalones, trato de ayudarle a no sentirse tan avergonzado diciéndole que, a veces, los adultos se orinan en los pantalones también. La mayoría de las veces, están demasiado ansiosos por compartir la historia de como una vez su madre se mojó los pantalones. Por cierto, un consejo, las mamás no deben saltar en camas elásticas”. – Maestra de primer grado.

– “Me di cuenta hace unos años que la escuela es un trabajo a tiempo completo para estos pequeños. Ellos salen temprano en la mañana, trabajan, tienen un descanso, comen su el almuerzo, de vuelta al trabajo, luego a casa ¡para hacer las tareas y deberes! ¡Al igual que mamá y papá!. Enganchados al trabajo diario”. – Maestra de segundo grado.

– Cuando un niño me dice: “¡Quiero a mi mamá!” Yo le respondo: “¡Yo también!.” – Maestra de ‘kindergarten.

– “Cuando un niño me dice: “¡Yo quiero ir a casa!”, le digo, “¡yo también!” – Maestra de kindergarten.

– “No he podido descansar, para ir al baño, en por lo menos 10 horas”. – Maestra de quinto grado.

– “Ojalá me pagaran por hora”. – Maestra de cuarto grado.

– “Derramé muchas lágrimas durante el año escolar. Algunas de mi parte, pero la mayoría de los estudiantes”. – Maestra de primer grado.

– “Una pequeña higiene debe inculcarse a los niños. ¡Hay un largo camino que recorrer!” – Maestra de Jardín de Infancia.

- ”Si necesita honestidad, hable con un niño. Ellos siempre le dirán cuando hay un “murciélago en la cueva de los murciélagos”. – Maestra de quinto grado.

– “Lloré después que me gritase por hacer que su hijo cambiara su mal comportamiento”. – Maestra de primer grado.
 

– “Realmente, no me importa si su hijo fue el #1 o el #2 esta mañana”. – Maestra de segundo grado.

– “Mientras indicaba donde deben ir las letras en las líneas de escritura a mano, una vez le dije a uno de mis alumnos: ” Oh, cariño, tienes que poner tu ‘P’ en la raja”. – Maestra de kindergarten.

– “Los niños pueden recortar a papel casi cualquier cosa. Incluyendo su globo ocular”. – Maestra de quinto grado.

– “Lloro durante dos semanas, cuando su hijo se gradúe de mi clase”. – Maestra de quinto grado “Los padres me aterrorizan”. – Maestra de primer grado “Me río durante la clínica de maduración”. – Maestra de quinto grado.

– “Ya no tiene ningún secreto. Su hijo me los ha dicho todos”. – Maestra de quinto grado.

– “No hay un peor olor que un aula de quinto grado después del recreo, en un día caluroso. Rociar con un ambientador no funciona. Nunca es demasiado pronto para que su hijo use desodorante y una ducha rutinaria”. – Maestra de quinto grado.

– “Por favor no me dé ninguna taza más. Tengo demasiadas ya”. – Maestra de primer grado.

– “Cuando llega el momento de volver a la escuela en el otoño, lloro porque no quiero dejar a mis bebés. Cuando el año escolar llega a su fin, tengo 25 nuevos bebés que lloran dejándolos atrás”. – Maestra de ‘kindergarten’.