Miles de personas se bañaron ayer unos a otros en vino para celebrar el comienzo de las fiestas de San Fermín en Pamplona, España, que incluyen los famosos encierros de toros por las calles empedradas de la ciudad.
Ayer se lanzó el clásico chupinazo (cohete) que marca el punto de partida a nueve días de fiestas, por las cuales las cadenas de televisión interrumpen su programación para emitir ese momento en el que la multitud enarbola un pañuelo rojo que a continuación pasan a anudarse al cuello.
Ya el color blanco de la indumentaria sanferminera empezaba ayer a teñirse de rojo, por el vino que los mozos y mozas se lanzan, y ambos colores son los que marcan esa semana de fiestas.
Los festejos están inspirados en el peso de la tradición, aunque cada vez son más modulados al gusto de miles de visitantes (muchos extranjeros) que llenan las calles y los hoteles de la ciudad.
Pamplona (norte), que en el resto del año apenas llega a los 200.000 habitantes, multiplica estos días su población y nativos y foráneos se desparraman por sus calles día y noche, entre música, bailes y mucho alcohol.
No obstante, el eje de las fiestas, y lo que las ha hecho internacionalmente famosas, son los toros, en especial los encierros, que son las carreras de algo más de ochocientos metros que separan unos corrales de ganado de la plaza de toros donde se lidian cada tarde.
Aunque los encierros son habituales de las fiestas en numerosos lugares de España durante el verano, los de Pamplona son los que concitan mayor interés, favorecidos por la proyección que de ellos han dado la literatura y el cine. Ejemplo de ello es la novela “Fiesta” de 1926 de Ernest Hemingway, que inmortalizó la celebración.
Este año están acreditados 685 profesionales de 139 medios de comunicación de 20 países, especialmente interesados en esas carreras de mozos (hay pocas mujeres) que cada año se cobran su tributo en sangre, en especial de corredores de fuera de Pamplona.
En una ciudad en la que estos días son frecuentes las aglomeraciones el dispositivo de seguridad contará este año con 3.350 agentes de varios cuerpos policiales
En concreto, se incrementará la vigilancia y se intensificará la iluminación en zonas de riesgo para evitar las agresiones sexistas que se han registrado en años anteriores y que han afectado a la imagen de unas fiestas que sitúan Pamplona en el mundo.
Cinco españoles, dos australianos y un estadounidense fueron corneados en el festival del año pasado. En total, 15 personas han muerto al ser alcanzados por las astas de los toros en San Fermín desde que comenzaron a llevarse registros en 1924. —AGENCIAS