Fotos: Bilbao y Donostia: ejemplos de turismo y desarrollo en el País Vasco

[internacional] Dos ciudades que atraen a los extranjeros no solo por su arquitectura, sino también por su modernidad. Recomendado para personas que disfrutan del clima frío y lluvioso.

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Por Edmee Velásquez Especial desde el País Vasco, España

2015-05-28 8:00:00

Al norte de España, cerca de la frontera con Francia, se encuentran dos bellos paisajes conocidos como Bilbao y San Sebastián, que son dos estaciones obligadas para los turistas que visitan el País Vasco.

Envueltas por un clima frío, lluvioso y ventoso, dada a sus cercanías con el mar Cantábrico, ambas ciudades cuentan con una serie de atractivos turísticos que ofrecen al mundo, principalmente por su desarrollo arquitectónico moderno, que inició a mediados del Siglo XIX.

Bilbao es la ciudad más reconocida a nivel internacional de las tres que integran el País Vasco, no solo a nivel de arquitectura, también lo es por su desarrollo municipal, el fútbol y el arte.

Un lugar obligado a conocer es el puente colgante de Vizcaya, que es una estructura considerada Patrimonio Mundial por la Unesco por ser una de las construcciones más sobresalientes de la Revolución Industrial europea y de la arquitectura del hierro.

Une a la villa de Portugalete con el barrio de Las Arenas, separados por la Ría de Bilbao, que es la desembocadura de los ríos Nervión e Ibaizábal con el mar Cantábrico. Desde su transbordador se realizan viajes tanto de personas como de vehículos las 24 horas y los 365 días.

Pero para el turista que desea apreciar el paisaje, tanto de la Ría como del mecanismo de funcionamiento de la barquilla, los motores, las péndolas, entre otras cosas, puede acceder a su pasarela peatonal a 45 metros de altura, a través de sus ascensores panorámicos a un precio base de siete euros (7.62 dólares).

Otro lugar a visitar es el Museo Guggenheim, un centro de arte contemporáneo inaugurado desde 1997. Alberga no solo las colecciones de la Fundación Guggenheim, también exposiciones itinerantes.

El exalmacén de vinos Centro Azkuna, convertido en uno de los principales centros de ocio y cultura de Bilbao, cuenta con ocho salas de cine, auditorio, biblioteca, sala de exposiciones, gimnasio, piscina (en la terraza del edificio y con cristales transparentes que muestran a quienes la utilizan desde la planta baja), tiendas, restaurantes, entre otras cosas.

El casco viejo y la plaza nueva de Bilbao son dos puntos obligatorios en el recorrido por esta ciudad de Vizcaya. Esta última es una propuesta arquitectónica de estilo neoclásico.

Los domingos en la plaza nueva se instalan mercaditos de libros, objetos antiguos y flores a bajo precio.

Los amantes del deporte pueden visitar el estadio de San Mamés, la casa del Athletic de Bilbao. Su construcción concluyó en 2013 y una de sus peculiaridades es la luminosidad de su exterior. Cuando el Athletic hace un gol, se muestra un juego de luces para que los lugareños que no han podido entrar celebren desde afuera el tanto anotado por el equipo.

En cambio, San Sebastián es una ciudad más pequeña en comparación que Bilbao, pero con mucho desarrollo económico, arquitectónico y turístico.

Donostia, como se le llama también a la ciudad en euskera (la lengua del País Vasco), ofrece a los turistas como uno de sus principales atractivas la Bahía de La Concha, una playa de arena fina que recibe las aguas del mar Cantábrico. Si bien cuenta con lo necesario para que los visitantes se den un chapuzón, la mayoría busca únicamente recorrerla con sus mejores abrigos.

Por su clima, San Sebastián es una de las ciudades más lluviosas de España y son abundantes en todas las estaciones del año, según dicen sus habitantes.

La Basílica de Santa María del Coro, que data del siglo XVIII, está en la parte vieja de la ciudad y es una de las iglesias más visitadas.

El hotel María Cristina es el principal alojamiento de estrellas a lo largo de los años. Lugareños afirman que personajes como Mick Jagger, Steven Spielberg, Alfred Hitchcock y Audrey Hepburn fueron de sus más célebres huéspedes.

En fin, si desea visitar estos bellos lugares puede hacerlo tranquilamente en dos o tres días, siempre acompañado por un buen abrigo y una sombrilla y disfrutando del aire fresco que ofrecen estas ciudades ejemplo de desarrollo en España.