Como padres siempre estamos pensando cómo ser mejores para con nuestros hijos: enviarlos a las mejores escuelas, ldarles a mejor atención médica, las más divertidas vacaciones.
En pocas palabras, el mejor cuidado para que se conviertan en adultos éxitosos, plenos, saludables.
Sin embargo, no ponemos suficiente atención en enseñar a nuestros hijos el respeto por la vida, por todo ser vivo.
Para ejemplificar solo diré que cada vez es más común encontrar en los medios de comunicación vídeos por demás violentos de maltrato por parte de niños y adolescentes contra animales. Podrás pensar que es normal que a esas edades hagan ese tipo de cosas, sin embargo, permíteme compartir contigo un dato que quizá te haga reconsiderar.
¿Sabías que hay estudios que demuestran que los niños que maltratan animales son los más propensos a cometer delitos en la edad adulta? No me refiero a cualquier tipo de delito, sino a crímenes violentos contra otros seres humanos.
De hecho, investigaciones con asesinos seriales señalan que sus inicios en prácticas violentas fueron precisamente contra sus mascotas.
Es por ello que hoy quiero hablarte de la importancia de que eduques a tus hijos en el amor y la responsabilidad por la vida, principalmente la de nuestros animales de compañía. Para ello, debes instruirles no solo con palabras, también con el ejemplo.
Es importante que vean que tú no los abandonas, ni los maltratas y mucho menos los usas como negocio.
Debes ser consciente y hacerlos conscientes a ellos que cada perrito o gato que se abandona, nos pone a todos en peligro.
Solo en México, existen 18 millones de perros y el 70% son callejeros. Esto significa que hay en las calles 12.6 millones de animales que provocan:
– Accidentes. Los conductores, para no atropellarlos, embisten a otros autos, casas, postes o incluso personas.
Contaminación de agua potable. Esto se da por la materia fecal que se tira en las calles.
– Enfermedades. Las heces transmiten enfermedades y los perros que no reciben cuidados debidos, pueden transmitir enfermedades también a través de saliva y mordidas.
– Agresiones.A fuerza de recibir maltrato, muchos perros callejeros se vuelven agresivos.
– Reproducción descontrolada. Esto genera aumento de la pobalción de perros sin atención, llevando la problemática al infinito.
La respuesta a estas problemáticas no está en deshacernos de ellos, sino en educar a las nuevas generaciones.
Está en tus manos, mamá, papá, criar hijos respetuosos de su medio ambiente, conscientes de su importancia y de que nuestro raciocinio no nos hace superiores al resto de las especies.
Por el contrario, implica una mayor responsabilidad, pues a diferencia de ellos, nosotros sabemos lo que es bueno y lo que es malo. Como dijera Mahatma Gandhi, “Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”.