Croacia derrota la “ideología de género”

La sociedad civil del país europeo, en su mayoría católica, se opuso al programa impulsado por el Gobierno socialista "Educación para la salud" por considerarlo inapropiado para los estudiantes. Tras organizar un referéndum reunieron 750 mil firmas que demostraban su oposición al polémico programa

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elsalvador.com

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2015-04-03 7:00:00

La coalición del Gobierno croata, dominada por el Partido Socialista, implementó en el año 2013 un programa de “educación sexual” en las escuelas públicas, para niños en edad escolar desde los 9 años. Con temas sobre sexualidad, masturbación, anticoncepción y la diferencia entre “sexo” y “género”.

El controvertido programa desató en Croacia, de mayoría católica, enfrentamientos entre la Iglesia y el Gobierno de centroizquierda, así como entre diversas asociaciones de padres de familia.

La reacción ciudadana no se hizo esperar y fue inmediata. La asociación “La Voz de los Padres de los Niños” (GROZD), presentó ante la Corte Constitucional croata un recurso de inconstitucionalidad contra ese programa.

A finales de mayo de ese mismo año, el Tribunal dio razón al recurso, declarando que la asignatura denominada “Educación para la Salud” vulnera “el derecho y la libertad constitucional de los padres a la educación de sus hijos”; un derecho que corresponde al Estado garantizar sobre todo en temas “relacionados con convicciones y creencias”.

Como efecto, se dispuso la cancelación del programa inicuo.

Masivo apoyo a referéndum

GROZD lanzó la campaña de firmas denominada “En nombre de la familia”, para solicitar al Parlamento que convoque un referéndum con la pregunta: “¿Está de acuerdo con que en la Constitución de Croacia se introduzca la definición de que el matrimonio es una unión de vida entre un hombre y una mujer?”

Para ser acogidas, las solicitudes de referéndum en Croacia reunieron en un plazo de 15 días firmas de más del 10 % de los electores. Los ciudadanos con derecho a voto en el país son cerca de 3.750.000. Debido a la entusiasta adhesión de católicos (76 % de la población) dicho porcentaje fue ampliamente superado.

Las firmas fueron recolectadas mediante una campaña relámpago. En apenas una semana, del 12 al 19 de mayo mitad del plazo legal, 6,000 voluntarios apostados en 2,000 puntos de recojo lograron reunir 380 mil firmas, bastante más de las necesarias.

En medio de la campaña de firmas el gobierno socialista modificó la normativa que regula el referéndum, y subió el mínimo de firmas necesario a 450 mil.

Pero esta maniobra fue inútil: al concluir el plazo ya se contaba con 750 mil adhesiones, cifra extraordinaria para un país de 4.5 millones de habitantes.

Las firmas fueron entregadas a las autoridades el día 14 de junio. El Parlamento ordenó la realización del referéndum sobre el “matrimonio” homosexual.

Furor socialista

“El Gobierno socialista junto con activistas de la revolución cultural reaccionaron, pues saben que la población croata adhiere firmemente a la familia tradicional y que, por tanto, si el referéndum se realiza están derrotados”, publicó en un artículo la organización Tradición y Acción.

“El Estado no ha cumplido su deber constitucional de ajustar de forma equilibrada el programa de Educación para la Salud en las escuelas públicas con el derecho y la libertad constitucionales de los padres a la educación de sus hijos”, argumentó Mato Arlovic, uno de los magistrados del alto tribunal.

Hubo más de 50 ataques físicos y verbales contra los organizadores de la colecta de firmas, incluso amenazas a la familia de Marijo Ivkovic, principal vocero de “En nombre de la Familia”.

A su vez, legisladores aliados del Gobierno declararon que el Parlamento no acataría la solicitud del referéndum. “Para los socialistas la ‘democracia’ y los ‘derechos humanos’ consisten en ignorar olímpicamente la voz de la ciudadanía, cuando ésta perjudica sus intereses ideológicos”, dijo Tradición y Acción.

Ministros del gobierno también atacaron la Corte Constitucional, porque al suprimir “Educación para la salud” desbarató el proyecto socialista de atropellar los derechos de los padres e imponer en la educación un hedonismo de Estado.

A pesar de los conflictos, la sociedad croata logró una victoria en defensa de la familia tradicional y su rechazo a las utopías de “género”. “La católica Croacia dio al mundo un ejemplo digno de ser imitado”, afirmó la organización.