Las mujeres ríen más, pero los hombres son los que generan las risas

Los hombres son más quisquillosos: se ríen más cuando conversan con sus amigos que cuando están entre mujeres, dice nuevo estudio.

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elsalvador.com

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2015-04-05 7:00:00

Robert Provine, neurobiólogo del comportamiento de la Universidad de Maryland, EE. UU., estudia los patrones de risa de femeninos y masculinos “en el mundo silvestre”, haciendo safaris urbanos a centros comerciales y sindicatos estudiantiles, y ha documentado 1,200 “episodios de risa”.

Concluye que las mujeres ríen más que los hombres y que ambos sexos se ríen más de lo que hacen los hombres que de lo que hacen las mujeres.

Provine señala que “evidencia multicultural limitada indica que los hombres son los principales productores de humor y las mujeres las principales productoras de risa”.

Esas diferencias ya están presentes para cuando empezamos a hacer chistes por primera vez, que ocurre más o menos a la edad de 6 años.

Provine observó que las mujeres se ríen mucho más a menudo que los hombres con los que están hablando. “Al charlar, las mujeres ríen más, sin importar cuál sea su audiencia. Los hombres son más quisquillosos: se ríen más cuando conversan con sus amigos que cuando la audiencia es femenina”.

Notó también que quienes hablan se ríen 46 % más que quienes escuchan, y que la gente se ríe alrededor de 30 veces más cuando está acompañada que cuando está sola. Esto respalda la teoría de que la función primaria de la risa es social.

La risa es buena para la salud

Según Robert McGrath, psicólogo de la Universidad Wisconsin-Madison (EE. UU.), reír es beneficioso para la salud por varios motivos. Por un lado, el humor reduce las hormonas del estrés.

Además, una carcajada intensa aumenta el ritmo cardíaco, estimula al sistema inmune, potencia el estado de alerta y hace ejercitar los músculos, explica McGrath. Sin olvidar que al reírnos aumentan los niveles de endorfinas, el anestésico natural del cuerpo. Cada vez es más común el uso de la terapia de la risa, para bajar los niveles de ansiedad, particularmente con niños. Se ha probado por ejemplo que la visita de un payaso antes de una cirugía es muy efectiva para reducir la ansiedad.

Margaret Stuber, catedrática de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Universidad de California UCLA, hizo experimentos en los que grupos de niños metían las manos en agua helada.

Encontró que si estaban mirando vídeos chistosos toleraban mejor el dolor y calificaban la experiencia como “menos desagradable”.

La idea de que la risa es terapéutica fue popularizada por Norman Cousins en un artículo publicado en la revista The New England Journal of Medicine, que luego se expandió como un libro.

Cousins describe su aflicción con una enfermedad degenerativa dolorosa y potencialmente mortal (espondilitis anquilosante), que trató exitosamente con vitamina C, los Hermanos Marx y episodios de la vieja serie de televisión “Cámara escondida”.— Agencias.