Desde siempre se sintió atraído por el arte y la estética, estudió diseño industrial, pero compartió gran parte de su vida con el teatro y la danza, como una forma de expresar todo su talento. Toda esta amalgama de experiencias llevaron a Edgar Navarro a enfocarse en el arte de crear joyas poco convencionales y total- mente impresionantes.
Su última colección llamada “Frida: Yo soy la desintegración”, fue presentada el año pasado en Ciudad de Guatemala e incluía collares, anillos, pulseras y un sinfín de accesorios majestuosos y llamativos.
Cada pieza creada por Navarro lleva el sello de su misma expresión artística. “Cada colección tiene un concepto distinto y las técnicas y texturas que utilizo se relacionan directamente con el tema de la colección”, explica.
Su estilo está muy influenciado por las mallas medievales y las estructuras corporales, algo que se plasma en su obra. “No quise crear joyería tradicional ya que sentía que era limitar mi creatividad a el cuello y las manos. Así que comencé a experimentar colocando aplicaciones en el resto del cuerpo y así fue como surgieron las piezas características de la marca que simulan armaduras”, añade.
Su propuesta
Para crear, Navarro se inspira en momentos de su vida, busca referentes artísticos o historias que le ayudan a conceptualizar su obra, de hecho algunas de sus colecciones han estado inspiradas en imágenes religiosas, personajes estigmatizados, flores silvestres e incluso Frida Kahlo.
“Zugarramurdi” es la colección que este atrevido diseñador presentará en el Mercedes Benz Fashion Week El Salvador. “En esta colección me inspiré en la persecución de la sociedad hacia lo que es diferente. Quería plasmar de una forma distinta a toda la gente que se atreve a retar a la sociedad y quienes son el objeto de críticas por el hecho de no encajar en los estándares o normas establecida”, argumenta.
Para ello, tomó simbología utilizada en la edad media y se tradujo a esferas montadas en plata, a anillos con piedras asimétricas rodeados por formas de llamas y a piezas oversized para simular amuletos. La colección lleva mucho jade negro, amatistas, ágatas musgosas, ágatas fuego, hematitas y cuarzos todos montados en plata y fabricados artesanalmente. El nombre “Zugarramurdi” surge de uno de los casos más famosos de cacería de brujas por la inquisición española.