“Los maestros deben aprender a escuchar a los niños”

El pedagogo italiano Francesco Tonucci propone varias ideas para mejorar la educación temprana en Latinoamérica

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elsalvador.com

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2015-02-17 12:00:00

La misión de la escuela del presente debe ser “enseñar a los chicos a que aprendan a manejar y usar bien las nuevas tecnologías, donde se transmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo”. Este es uno de los planteamientos del pedagogo italiano Francesco Tonucci, un referente de educación en Latinoamérica y Europa.

Para el académico, el papel de la escuela ya no debe ser enseñar cosas, ya que eso lo hace “la televisión y el Internet”.

En sus múltiples entrevistas con medios de comunicación, Tonucci propone varias ideas para mejorar la calidad de la educación temprana en Latinoamérica.

En primer lugar sugiere que “los maestros aprendan a escuchar lo que dicen los niños; que se basen en el conocimiento que ellos traen de sus experiencias infantiles para empezar a dar clase”.

“No hay que considerar a los adultos como propietarios de la verdad que anuncian desde una tarima”, explica en un artículo del periódico argentino La Nación.

Para mejorar el aprendizaje, la capacidad de analizar y pensar, la seguridad y la buena infraestructura de los centros educativos es fundamental.

“Que las escuelas sean bellas, con jardines, huertas donde los chicos puedan jugar y pasear tranquilos; y no con patios enormes y juegos uniformes que no sugieren nada más que descarga explosiva para niños sobreexigidos”, afirma.

Franceso Tonucci es licenciado en Pedagogía en Milán, investigador, dibujante y autor de varios libros referentes de la educación actual en todo el mundo. Entre ellos “Con ojos de niño”, “La ciudad de los niños” y “Cuando los niños dicen ¡Basta!”.

Me imagino aulas sin pupitres, con mesas alrededor de las cuales se sientan todos: alumnos y docentes. Y donde todos juntos apoyan, en el centro, sus conocimientos, que son contradictorios, se hacen preguntas y avanzan en la búsqueda de la verdad. Que no es única ni inamovible”, recomienda el pedagogo.

En este sentido, también varía el rol del maestro, especialmente en la educación temprana, que para Tonucci es “el de un facilitador, un adulto que escuche y proponga métodos y experiencias interesantes de aprendizaje. Generalmente los pequeños no están acostumbrados a compartir sus opiniones, a decir lo que no les gusta. Los docentes deberían tener una actitud de curiosidad frente a lo que los alumnos saben y quieren”.

“Les pediría a los maestros que invitaran a los niños a llevar su mundo dentro del colegio, que les permitieran traer sus canicas, sus animalitos, todo lo que hace a su vida infantil. Y que juntos salieran a explorar el afuera”, agrega.

El desarrollo y el crecimiento de la tecnología ha impactado fuertemente la manera de enseñar y aprender. Sin embargo, en países como El Salvador, la brecha de acceso a herramientas tecnológicas es grande.

Para Óscar Picardo, investigador educativo de El Salvador, todavía “no hay mucha claridad, una propuesta curricular sobre el uso del Internet. Hay una brecha muy grande sobre todo en el sistema público”.

En los últimos años el acceso a Internet ha aumentado, ya sea desde una computadora o un dispositivo móvil. Debido a este crecimiento, enseñar a los estudiantes a emplearlo correctamente debería ser una prioridad, concuerdan los educadores.

“Los maestros son los que tienen que ayudar a crear criterio para saber utilizar el Internet, a nivel del aula y del hogar. A veces, estas herramientas en lugar de ser una herramienta positiva pasan a ser nocivas”, afirmó Picardo.

—EDH