70 años de la liberación de Auschwitz

[ Aniversario] Auschwitz-Birkenau fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, pasando a ser uno de los principales símbolos del Holocausto en todo el mundo

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elsalvador.com

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2015-01-26 12:00:00

oy se cumplen siete décadas desde que el Ejército Rojo liberó el campo de exterminio de Auschwitz. De hecho, fueron los soldados del 60º Ejército del Primer Frente Ucraniano quienes abrieron las verjas del recinto y fueron recibidos con júbilo por prisioneros exhaustos.

Ayer, las voces de sobrevivientes de Auschwitz que rezaban por sus familiares asesinados resonaron en las barracas y alambres de púas del antiguo campo de la muerte nazi, y una voz embargada por la emoción exclamó: “¡No quiero volver aquí!”.

Los sobrevivientes, que arribaron de todas partes del mundo, rindieron homenaje a sus parientes asesinados y a los millones de judíos muertos en el Holocausto. Algunos regresaron, por primera vez, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Rose Schindler, de 85 años, una de 12 sobrevivientes de una familia de más de 300 personas, había regresado 20 años atrás, pero dijo que quería realizar una última visita para recordar a sus padres y cuatro hermanos muertos en el Holocausto. La separaron de ellos al arribar al campo sin oportunidad de despedirse y sobrevivió porque la habían seleccionado para trabajar.

“No tengo tumbas para mi madre, hermanas y hermano, ni para mi padre. Esta es una forma de despedirse”, expresó.

Varios recitaron el Kaddish, la oración judía por los muertos, junto al infame cartel de la entrada que dice “Arbeit Macht Frei”. El cinismo de la frase, cuya traducción es “el trabajo libera”, salta a la vista con el hecho de que los nazis mataron a la mayoría de sus víctimas.

Muchos expresaron estupor ante el asesinato de judíos en un supermercado en París a comienzos de enero y el temor de que el mundo no aprende las lecciones del Holocausto.

Marcel Tuchman, de 93 años, sobreviviente de Auschwitz y otros tres campos, reflexionó sobre el sufrimiento inenarrable de quienes murieron en el campo de concentración.

“Las estadísticas sobrecogedoras no son las historias a narrar”, expresó Tuchman, un médico. “Estas historias solo las podrían relatar las víctimas. Desgraciadamente, sus voces fueron silenciadas por el gas y los crematorios, así que los sobrevivientes venimos a hablar por ellos y honrar la memoria de su sufrimiento”.

El Congreso Judío Mundial y la Fundación Shoah ayudaron a transportar a los sobrevivientes a Auschwitz.

Vergüenza alemana

La canciller de Alemania, Angela Merkel, también participó ayer en los actos de conmemoración junto a supervivientes del Holocausto, y dijo que lo ocurrido sigue llenando de vergüenza a los alemanes: “no tenemos derecho a olvidar”, manifestó.

“Lo que ocurrió en Auschwitz es algo que a los alemanes nos llena de vergüenza, fueron alemanes los que cometieron los crímenes que representaron una quiebra de la civilización”, apuntó Merkel en un acto en Berlín.

A ella la precedieron en el podio Marian Turski y Eva Pusztai-Fahidi, dos sobrevivientes que pronunciaron discursos basados en sus recuerdos personales y en el destino de sus familias, gran parte de las cuales murieron en las cámaras de gas.

Pusztai-Fahidi dice haber encontrado una razón válida para estar viva y no haber muerto como sus padres y su hermana pequeña.

“Como todos los supervivientes, he llevado como una carga la pregunta ‘¿por qué yo, por qué no me he muerto como los otros?’ Con los años creo haber encontrado una respuesta: estoy viva para dar testimonio de lo que pasó”.

—Agencias