Rifamicinas contrarrestan fármaco para la TB

De acuerdo con el estudio, la coadministración de las rifamicinas potenciaron la eliminación de la bedaquilina.

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elsalvador.com

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2015-01-13 12:00:00

Resultados farmacocinéticos de un equipo de Suecia y Estados Unidos indican que la rifampicina y la rifapentina reducen significativamente las concentraciones del nuevo fármaco para la tuberculosis (TB), la bedaquilina, que se aprobó en 2012 en Estados Unidos para tratar la TB multiresistente.

Un análisis de modelo demuestra que “la exposición a la bedaquilina disminuiría significativamente” durante la coadministración y que “el aumento de la dosis de la bedaquilina para compensar la interacción causaría problemas de seguridad”, dijo por e-mail la doctora Elin M. Svensson, estudiante de doctorado del Departamento de Biociencias Farmacéuticas de la Universidad de Upsala, Suecia.

Explicó que el modelo incluye los resultados del uso de una dosis de bedaquilina para predecir cómo interactúa. Los resultados surgen de un estudio de fase I, en el que 32 voluntarios tomaron dos dosis de bedaquilina sola o con distintas dosis de rifampicina o rifapentina durante 14 días, según publica el equipo de Svensson en Journal of Antimicrobial Chemotherapy.

La coadministración de las rifamicinas potenciaron la eliminación de la bedaquilina: 4,78 veces con la rifampicina y 3,96 veces con la rifapentina. Los efectos en el metabolito M2 de la bedaquilina fueron similares.

Otras pruebas

Con otro modelo no lineal de efectos combinados, el equipo anticipó que las concentraciones promedio en estado estacionario de la bedaquilina y el M2 caerían un 79 por ciento con rifampicina y un 75 por ciento con rifapentina. Las simulaciones sugirieron que el aumento de la dosis de la bedaquilina para mitigar la interacción elevaría las concentraciones de M2 durante las primeras semanas de tratamiento.

Cuando la bedaquilina se metaboliza, el metabolito M2 es 3-6 veces menos activo in vitro, y en los seres humanos. “M2 circula en concentraciones más bajas que el fármaco original y aún se desconoce con certeza cuál es la relación entre la exposición y la respuesta clínicas para la efectividad y la seguridad de la bedaquilina y el M2”, escribe el equipo.

Para los autores, M2 “no favorece significativamente la actividad del tratamiento con bedaquilina, pero podría aumentar la toxicidad asociada”.

“Se está estudiando el uso de la bedaquilina -continuó Svensson- en regímenes más cortos para el tratamiento de la TB susceptible al fármaco y nuestro estudio confirma que los esquemas con bedaquilina y rifampicina o rifapentina no son opciones viables”.

Por lo tanto, el equipo no recomienda “el uso concomitante de la bedaquilina y la rifampicina o la rifapentina antes de conocer acabadamente cuál es la ventana terapéutica y de contar con más información sobre el perfil de seguridad del M2”.

El Consejo de Investigación de Suecia, la Iniciativa Conjunta de Medicamentos Innovadores, el Consorcio PreDICT=TB y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos financiaron el estudio. —REUTERS