La meditación ayuda a controlar el dolor

Meditar favorece la compasión, la amabilidad, el amor, la generosidad, la paciencia y la tolerancia.

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elsalvador.com

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2015-01-23 12:00:00

La meditación está al alcance de todos, pero requiere tiempo, energía y compromiso por una buena causa: promover el bienestar físico y psicológico. ¿Cómo? La clave está en detener el bombardeo de ideas, es decir, lo que se conoce como “dejar la mente en blanco”. El objetivo es forjar un vínculo entre el nivel físico y el nivel espiritual que aporte equilibrio a nuestra vida.

El doctor Gabriel Weiss explica los beneficios de esta práctica en su libro Meditaciones terapéuticas: cómo despertar el poder curativo que existe en el interior de cada persona (RBA-Integral). “La meditación puede ayudar a tratar problemas de salud, aumentar la felicidad, prevenir enfermedades y mitigar el sufrimiento”.

Meditar favorece estados mentales positivos como la compasión, la amabilidad, el amor, la generosidad, la paciencia y la tolerancia. Esto se traduce en un sentimiento de felicidad, calma y libertad que “ayuda a curar síntomas del estrés agudo, sentimientos de pérdida, soledad, dolor, frustración, ira, desesperación e incluso el miedo ante la muerte inminente”, afirma el doctor.

No obstante, algunos transtornos afectivos como la depresión grave provocan que la persona pierda la capacidad de concentrarse y no pueda practicar la meditación. En ese caso, el paciente primero necesita una receta de antidepresivos para lograr sentirse mejor.

No ocurre lo mismo con la tristeza, una simple reacción natural ante circunstancias de la vida como el fallecimiento de un familiar o un despido laboral. Los médicos a veces “recetan demasiados de fármacos antidepresivos que alteran la química cerebral” porque confunden con depresión clínica lo que sólo es tristeza, soledad o melancolía. ¿Alternativa? Meditación.

Cáncer: la meditación reduce el miedo, la depresión y el dolor causado por el proceso cancerígeno. Además ayuda a activar el sistema inmune, “el mecanismo autocurativo más poderoso que existe para atacar y exterminar las células cancerosas”.

Esta práctica también ayuda a disminuir enfermedades infecciosas y cardiovasculares, obesidad, insomnio, entre otras. —EFE