Por primera vez, dos salvadoreños forman parte del Cuerpo de Líderes en realidad Climática, una entidad que depende de la organización del exvicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, llamada ‘The Climate Reality Project’.
Se trata de Karla Boza, de 21 años, quien actualmente estudia en el Manhattan Institute en Nueva York, y de Miguel Araujo, quien es director del Centro Regional del Convenio de Basilea para Centroamérica y México.
De acuerdo con el señor Araujo, para formar parte de este cuerpo de líderes es preciso participar en una capacitación gratuita ofrecida por Al Gore, luego de la cual, existe el compromiso de impulsar al menos 10 actividades de sensibilización en los próximos 12 meses, incluyendo artículos editoriales, presentaciones a audiencias diversas, presentaciones de documentales sobre el tema, organización de paneles de discusión, etc.
Para realizar dichas actividades, ambos cuentan con asesoría técnica sobre cómo hacer presentaciones en línea y con la ventaja de contar con información actualizada y presentada en forma profesional y fácil de entender.
Otros proyectos
Araujo también ha hecho las gestiones iniciales para establecer en El Salvador la oficina de la organización de Al Gore para Centroamérica.
“Mi meta es que la oficina de The Climate Reality Project pueda contribuir a la sensibilización sobre el tema, pero también a descubrir y aprovechar las oportunidades que trae para la región el cambio de paradigma hacia las energías renovables, siendo El Salvador uno de los 10 países con mayor irradiación solar en el mundo”, explica.
Araujo también está proponiendo al SICA que se aproveche la Cumbre de Presidentes programada en Mayo-Junio del corriente, para organizar un Diálogo Presidencial sobre Cambio Climático con Al Gore.
Por su parte, Karla Boza quiere apostarle a la educación, pues cree que en la temática medioambiental en El Salvador hay muchos fallos.
“Siento que están un poco anticuados en lo que enseñan en las escuelas y que siguen con el pensamiento de que cuidar el medio ambiente es solo cuidar los árboles, los pájaros, los ríos… Y aún no han hecho entender que cuidar el medio ambiente es también cuidar la salud de la gente y la economía, entre otras cosas”, explica Boza.
Sobre la cultura del país, la joven es enfática al afirmar que al salvadoreño le encanta consumir y más que todo cosas desechables.
” Si es algo que podés usar un ratito y después desechar, es mejor. Las botellas plásticas, bolsas de agua, es decir cosas que consumís y luego tirás. Eso nos fascina”, puntualiza.
De ahí que su apuesta es la creación de un cambio en la sociedad que sea duradero a través de la educación.
“Debemos crear conciencia de que el problema que tenemos con el cambio climático no es algo que nos va a afectar de aquí a 20 años, sino que es algo que nos está pasando ahora”, finaliza Boza.