Hospitales públicos recibieron 1,324 heridos de bala

El 36 por ciento de las personas hospitalizadas el año pasado, tenía entre los 20 y 29 años , informó Salud De cada cien lesionados, 15 fallecieron con arma de fuego. El Rosales registra la mayor cantidad

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elsalvador.com

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2014-01-31 12:00:00

Los médicos de las salas de emergencias de los hospitales públicos concentran una buena parte de sus tareas en la atención de pacientes lesionados con arma de fuego, que cada vez llegan con heridas más graves.

El año pasado, de acuerdo con datos del Programa de Lesiones de Causas Externas del Ministerio de Salud (Minsal) ingresaron a 1,324 personas, un promedio diario de 3.6 heridos de bala.

Silvia de García, coordinadora del programa, manifestó que hubo un incremento del seis por ciento con relación al año anterior, para entonces reportaron 1,254 pacientes.

Juan Antonio Tobar, jefe del área de cirugía de la Emergencia del hospital Rosales, indicó que “casi nunca vienen con lesiones únicas, excepto cuando son intentos suicidas o cuando ocurren en el contexto de la violencia intrafamiliar”.

El Rosales es el hospital que notificó la mayor atención de personas lesionadas con proyectiles el año pasado, en ese centro médico hospitalizaron a 359, eso representa el 27 por ciento de todos los casos reportados por el Minsal.

Tobar comentó que, en general, están recibiendo en el Rosales un caso al día, el martes llegaron dos hombres con múltiples lesiones que los debieron ingresar de inmediato a la sala de quirófanos.

Según el informe del Minsal, en promedio, los pacientes permanecieron siete días internados.

“Esto es fruto de la violencia interpersonal, y como que se han especializado en dispararle a la gente en la cabeza, al corazón, (porque son) heridas graves, muchos van a parar a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)”, agregó la doctora Silvia de García.

El 82 por ciento de las víctimas de las balas fueron jóvenes; 478 tenían entre los 20 y 29 años, 353 entre los 10 y 19 años y 249 entre 30 y 39.

El hospital Rosales, San Miguel y Zacatecoluca reportan el 49 por ciento de todos los ingresos en 2013.

Julio y agosto fueron los meses en que se elevaron este tipo de atenciones con respecto al 2012, que fue de un 51 por ciento, y el que tuvo un descenso del 41 por ciento fue febrero.

Para García se trata de un problema de seguridad nacional en el que toda la sociedad y las instituciones del estado deben aportar en la prevención de la violencia, sobre todo en los jóvenes.

“Hay que entender que ellos participan en hechos de violencia, no solo como víctimas, sino como perpetradores de violencia”, comentó la coordinadora del Programa de Lesiones Externas.

Defunciones

De cada cien personas que llegaron a los hospitales lesionadas con arma de fuego, 15 fallecieron en 2012.

En total, 202 personas murieron en establecimientos de salud a consecuencia de estas heridas, el mayor porcentaje fue en hombres.

García dijo que hubo un aumento del cinco por ciento de los decesos en comparación al año anterior. La gente joven sigue siendo el grupo más afectado, el 88 por ciento de los casos tenía entre 10 y 39 años.

“La tasa en jóvenes de 10 a 19 años fue del 16 por ciento; por cada 100 jóvenes hospitalizados se murieron 16”, expresó García.

La coordinadora del programa añadió que en los hospitales se hace lo posible por salvarle la vida a las personas.

El Rosales reportó el 39 por ciento de todas las defunciones, le sigue San Miguel y Zacamil con el 6.3 por ciento, los tres concentraron en 59.2 por ciento.

“La letalidad ha subido, cuando uno compara la cantidad de gente que aparece como homicidio provocado por arma de fuego versus los lesionados que vienen, da la impresión que hoy no se le perdona a nadie, si lo van a matar lo hacen”, indicó el jefe de Emergencias del Rosales.

Tobar comentó que en el establecimiento lo más común es recibir a estos pacientes con lesiones en el abdomen, seguido por las extremidades, tórax y cráneo.

“Las (heridas) craneanas son las que reflejan esa mortalidad relativamente alta, una persona que viene con una herida por arma de fuego a nivel de cráneo tiene muy pocas posibilidades de sobrevivir”, manifestó Tobar.

El cirujano indicó que la mayor parte de los casos se producen en asaltos y agresiones por grupos delictivos.

Tobar dijo que un paciente que llega con más de una lesión, implica una mayor gravedad y la probabilidad de muerte aumenta.

“Si tengo una sola lesión abdominal, pero es única, tiene una mejor posibilidad de retornar a su salud, pero si aparte de eso tiene fracturas expuestas provocadas por proyectil o tiene una lesión torácica, eso va siendo que la probabilidad de muerte sea mayor”, agregó el cirujano.

Por lo general, todos necesitan un procedimiento quirúrgico y una buena parte va a requerir UCI, pero el problema es la falta de espacio en esta área, manifestó el jefe de la Emergencia del Rosales.

Entre las principales secuelas con las que puede quedar una víctima de las balas se encuentran las neurológicas, es decir, que quede parapléjico (parte inferior paralizada) o hemiplejía (parálisis parcial), las amputaciones también son frecuentes.

Gastos elevados

En la atención de los 1,324 personas baleadas el año pasado, el Minsal invirtió $2.3 millones. Fueron $106 mil más que el año 2012.

“Los costos son elevados, esto se podría utilizar para la prevención de cualquier tipo de enfermedad”, añadió García, además dijo que también incrementa el trabajo del personal de salud.

De acuerdo con Tobar se trata de usuarios que requieren una serie de atenciones, entre ellos cirugía, Cuidados Intensivos y rehabilitación.

“Tanto desde la perspectiva de salud pública y de costo, esto sigue siendo un problema grave porque las necesidad es de invertir recursos muy importantes”, acotó el cirujano.