Depresión, una alteración química del cerebro

La alteración de algunas sustancias químicas del cerebro serían la razón de que una persona sea más propensa a experimentar depresión

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elsalvador.com

Por Hasmed Sermeño Twitter: @hasmedjs

2013-04-03 8:00:00

Tristeza y apatía o pérdida de interés son condiciones del comportamiento que se asocian al estado de depresión, sin embargo, expertos en comportamiento aseguran que la depresión en sí es experimentada por el cerebro como estrés y es el resultado de alteraciones químicas en el cerebro que producen este tipo de conductas en el individuo.

Por ello, a un individuo que le cuesta lidiar con altos niveles de estrés es más propenso a frustrarse y por ende a deprimirse, independientemente del motivo que lo origine (trabajo, relaciones interpersonales, etc.). De ahí que resulte pertinente abordar la depresión desde el campo de la neurobiología, pues esto permite conocer los mecanismos biológicos básicos mediante los cuales el sistema nervioso regula el comportamiento.

Sin embargo, la depresión había sido considerada hasta hace una década como una enfermedad netamente psicológica, pero estudios recientes expuestos en el Congreso Centroamericano de Psiquiatría (que se realizó en marzo en el país) sugieren otro enfoque.

Según el doctor Michael Thase, psiquiatra estadounidense y profesor de la Universidad de Pennsylvania que participó en el congreso, existen estudios recientes que demuestran que la depresión tiene su origen en una alteración de algunas sustancias químicas en el cerebro, como la serotonina, norepinefrina y dopamina, las cuales juegan un papel muy importante en mantener la estabilidad del estado de ánimo del individuo.

Thase indicó que existe un gen que regula la producción de dichas sustancias, de ahí que una persona sea más fuerte o más débil emocionalmente.

Desequilibrio químico

“Una persona en estado normal debe tener dos genes que regulen a esas sustancias o en su defecto deben contar con un gen; sin embargo hay personas que carecen de ellos por lo que tienden a tener efectos severos en el comportamiento”, indicó el especialista.

Cuando se produce un desequilibrio en la producción de estas sustancias aparece la depresión, y si ésta se vuelve crónica el sistema nervioso central sufre cambios dramáticos que alteran la función del cerebro y son capaces de disminuir la cantidad de neuronas que son las células encargadas de la recepción y envío de estímulos a través del sistema nervioso.

Lo anterior produce, por ejemplo, que el paciente que tiene un desequilibrio en la producción de serotonina pierda el deseo sexual, el apetito y tenga alteraciones del sueño.

Quienes sufren el desequilibrio en producción de norepinefrina tienen poca energía, se sienten tristes, cansados y ansiosos.

Por otra parte, a quienes se les altera la función de la dopamina pierden el interés por realizar actividades cotidianas y siente culpa.

El experto en psiquiatría aseguró que las causas de la depresión pueden ser factores heredados, pero de igual forma pueden ser factores externos.

“Además de factores heredados (como la genética), la depresión tiene su raíz en factores psicosociales y son más frecuentes en países desarrollados”, destacó.

Los tratamientos

La depresión es una enfermedad real que requiere tratamiento. Por esta razón, el nuevo abordaje de este padecimiento está enfocado en recuperar el desequilibrio en la producción y función de la serotonina, norepinefrina y dopamina, que son las sustancias químicas responsables del estado de ánimo.

Para lograr la meta hay tratamientos farmacológicos, como Pristiq de Pfizer que ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes al aumentar el nivel de serotonina y norepinefrina en el cerebro. Pristiq es reconocido por su eficacia para tratar los síntomas físicos, emocionales y funcionales de la depresión.

El medicamento es capaz de mejorar los síntomas ansiosos asociados a la depresión desde la primera semana, según el laboratorio. No obstante el experto recomendó acudir a terapias tradicionales para superar el problema, y solo en casos extremos se deberá acudir a los fármacos prescritos por los especialistas.