El único delito de José Aguiluz fue residir en un caserío que es asesinado por la Pandilla 18 y transitar habitualmente por la zona que domina la MS, indicó la Policía.
El asesinato se produjo en horas de la mañana en el caserío Los Paradas, cantón Las Delicias de San Martín, San Salvador.
Es una zona rural y de difícil acceso, lo que pudo ser propicio para que los delincuentes aprovecharan la soledad del lugar para comerte el crimen.
El joven había salido a hacer algunos mandados y cuando ya se disponía a ingresar al camino que lo llevaba a su casa, fue interceptado por varios pandilleros, quienes le dispararon, dijo la PNC.
Personas que le conocieron aseguraron que él no tenía ningún vínculo con las pandillas, por lo que les extrañaba lo sucedido.
José cursaba el bachillerato en el Instituto Nacional de San José Guayabal (INGUA), ubicado en el departamento de Cuscatlán.
A pesar de las dificultades y de que el muchacho tenía que lidiar con realizar largas caminatas para dirigirse a su centro de estudios, ello no era impedimento para prepararse y salir adelante, manifestaron habitantes de la zona.
“La mayoría de jóvenes que salen de este caserío viven de forma humilde y en su mayoría se dedican a trabajos agrícolas, pero las maras en muchas ocasiones trucan sus sueños”, aseguró una vecina que prefirió el anonimato por temor a los pandilleros.
Aguiluz solo vivía con su madre. El padre del joven también fue asesinado por pandilleros a finales de abril de este año.
Según la Policía, el hombre era un vigilante que se dedicaba a cuidar el sector de cocinas del mercado La Tiendona y que, además, era el encargado de recoger los impuestos municipales.
Por este caso las autoridades policiales no reportaron capturas, aunque indicaron que serían las investigaciones que darían con la captura de los hechores.