Las remesas generan más impacto de lo que se creía

Un estudio de la Universidad de Colorado, EE. UU., destaca su impacto en ingresos y empleos

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Pese al impacto positivo de las transferencias de dinero, las familias receptoras deben tener cuidado de no depender de estos ingresos y trabajar para su futuro. Foto EDH /Archivo.

Por Tania Urías negocios@eldiariodehoy.com

2015-02-06 9:00:00

Además de sostener economías de países en desarrollo como el nuestro, las remesas familiares reducen la pobreza, generan empleos y mejoran el bienestar de países en desarrollo, concluyó un estudio realizado por la Facultad de Administración de Empresas Leeds, de la Universidad de Colorado, en EE. UU, en colaboración con la compañía Western Union, que se dedica al servicios de pago de dinero en todo el mundo.

Las remesas, de acuerdo con el informe, permiten que millares salgan de pobreza, puedan acceder a la escuela y, con ello, lograr mejores oportunidades de vida.

Además, según el informe, y pese a las críticas, que afirman que muchos países se han hecho dependientes de estos ingresos, lo cierto es que sin ellas muchas naciones tendrían economías más empobrecidas.

Solo en El Salvador, las remesas represan el 17 % del Producto Interno Bruto, y además según informes del Banco Central de Reserva de El Salvador (BCR), equivalen al 85 % de las exportaciones (incluyendo dentro de estas únicamente el valor agregado neto de la industria de maquila).

También representan el 41 % de las importaciones, a más de ocho veces el valor de la inversión extranjera directa, el 106 % de la carga tributaria y dos tercios del presupuesto general de la nación.

Más allá de esas cifras macroeconómicas, lo cierto es que millares de familias, una de cada siete, según algunas estadísticas, se sostienen a través de estas transferencias de dinero que poco más de dos millones y medio de salvadoreños que viven en el extranjero, principalmente en EE. UU., les envían.

En 2014, según el BCR, El Salvador recibió 4,217 millones de dólares, un promedio mensual de 351.4 millones, solo en diciembre las remesas totalizaron los 403.7 millones de dólares.

Ese dinero que si bien sirve para cubrir las principales necesidades de millares de hogares, también impacta positivamente en el país.

Ese fue principalmente el enfoque de la publicación del estudio de la Universidad de Colorado y Western Union, al ofrecer una perspectiva en torno al impacto positivo que tienen las transferencias monetarias en general.

“Encontramos que los beneficios relacionados a las remesas son mucho más profundos que los costos, y este estudio en particular se distingue por cuantificar sus efectos múltiples”, detalló Miles Light, economista y autor principal del estudio.

Claves para las economías

El informe de la Universidad de Colorado encontró que las transferencias de dinero han superado los niveles de financiamiento de organismos internacionales como el Banco Mundial y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional , por lo que los fondos, en algunos países en los que las organizaciones de donantes o de ayuda están presentes, se han reducido.

Las remesas, enviadas por los trabajadores migrantes a los países en desarrollo, ayudan a reducir la pobreza y mejorar el bienestar de los países receptores , insiste el estudio.

Solo en Estados Unidos viven aproximadamente 38 millones de migrantes provenientes de Latinoamérica, y los envíos de remesas por parte de estos ayudan a amortiguar las necesidades de las familias pobres de la región.

El economista Claudio de Rosa calificó de positivo el impacto que estos ingresos tienen para un país como el nuestro.

“Las economías son más fuertes al recibir estos ingresos….”, expresó.

“Si no hubieran entrado los 4,217 millones de dólares en remesas (en 2014), la economía hubiese crecido menos… Las remesas apuntalan la economía de cualquier país….”, agregó.

“Hay impacto en el país y también en la gente, que tiene mejores ingresos y mayores oportunidades de vida”, dijo el economista.

Sin embargo, para él, la dependencia que las familias pueden desarrollar de este ingreso puede traer también un efecto negativo.

“Puede impactar de manera negativa, porque una familia se pregunta para qué va a trabajar si con lo que le mandan obtiene más dinero…las personas comienzan a perder fuerzas propias y, el ocio, puede traer otro tipo de problemas…”, advirtió.

“Además, si la gente no trabaja, no se preocupa de su seguridad social, no acumula para el futuro, y si al final la remesa ya no llega, habrá otras dificultades más graves porque no tendrá como subsistir…”, señaló el analista.

Los resultados del estudio también mostraron cómo el negocio de las remesas está cambiando de una red informal a un sistema formalizado. “Esto ha ocurrido solo en los últimos dos o tres años porque los costos oficiales de transferencia han caído drásticamente, debido a mejoras tecnológicas, que son cada vez más en línea y electrónicas”, explicó Light, autor del estudio.

El informe utilizó un enfoque novedoso que combina las estadísticas económicas nacionales con datos proporcionados por Western Unión para distinguir el flujo de fondos y una mejor caracterización de receptores de transferencias.

También capturó el impacto de las transferencias de dinero a nivel microeconómico —entre los hogares— en comparación con el nivel macroeconómico.

Los hallazgos, que desafían la investigación previa que se correlaciona negativamente a las transferencias de dinero con el crecimiento económico, fueron anunciados por Western Union en el Foro Económico Mundial en Davos , Suiza. “Vimos una oportunidad para ayudar a forjar el entendimiento en este campo, como parte de nuestro compromiso y como responsabilidad corporativa”, dijo Hikmet Ersek, presidente y CEO de Western Union. “La información nueva siempre es fundamental para crear programas eficaces en torno a este flujo de un fondo de unos 542 billones de dólares anuales”, concluyó.