Un excabo de la Policía Nacional Civil (PNC) es parte de los salvadoreños que huyen del país debido al asecho de las pandillas.
El exagente Roberto H., quien teme por su vida, se encuentra en un refugio para migrantes en Tapachula, México, nación donde ha solicitado asilo tras ser víctima de las maras en El Salvador, según comenta una publicación del periódico digital Milenio.
El hombre de 45 años, narró el calvario que pasó cuando fue atacado a machetazos por estos grupos ilícitos hace tres meses cuando se dirigía a visitar a su madre en San Salvador.
El salvadoreño sobrevivió al atentado perpetrado por pandillas, sin embargo, ahora las cicatrices en su rostro considera que lo convierten en un blanco seguro para las maras de regresar al país. Explicó que las heridas en el rostro atraen automáticamente la atención de las maras. “Son un letrero a flor de piel que se utiliza para estigmatizar a traidores, aquellos que han desertado o quienes pertenecen a una banda rival. Una moderna letra escarlata”, detalló el medio.
Hoy asegura que su vida está en manos del gobierno mexicano, ya que de regresar a El Salvador es enviarle a la muerte.
“¡Yo no quiero ir a Estados Unidos! Quiero quedarme en México. Necesito que me den asilo en el país —implora—. Si vuelvo me matan”, dijo el compatriota al periódico digital.
No obstante, su petición de asilo a la nación Azteca de momento se encuentra en el limbo al igual a varias que han hecho otros migrantes centroamericanos, pues según estadísticas de la Secretaría de Gobernación de México, el 82 por ciento de todos los migrantes de la región que piden refugio en ese país son rechazados o retiran sus casos.
El caso del connacional hace eco en los de otros tantos migrantes que en las últimas semanas han arribado a territorio mexicano, solicitando asilo ante el colapso de la seguridad pública en Honduras y El Salvador
“Solo sé que si pierdo me voy a tener que esconder en este país… Mi vida en El Salvador se terminó”, puntualiza la publicación.