EE.UU. lanza ofensiva anticoyotes

La operación va enfilada a combatir el tráfico de personas y durará 90 días, informó el gobierno de EE. UU.

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Afuera de la Dirección de Atención al Migrante, un grupo de taxistas está a la espera de los repatriados y sus familiares. Dicen que, dos veces al mes, alguien les pide viajes largos hacia el Oriente del país. Foto EDH / Salomón Vázquez

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2014-07-24 3:45:00

WASHINGTON. El Gobierno de Estados Unidos informó ayer de la puesta en marcha de la “Operación Coyote” para combatir el tráfico de personas en la región del Río Grande (Texas), por donde están entrando millares de niños centroamericanos de forma ilegal.

El secretario de Seguridad Nacional (DHS), Jeh Johnson, explicó que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por su sigla en inglés) lanzaron la primera fase de esta operación el pasado 23 de junio.

El operativo, que durará 90 días, ha permitido arrestar durante el primer mes a 192 traficantes de personas (“coyotes”) y sus asociados, bajo cargos por delitos penales; además, las autoridades se han incautado de $625,000 de 288 cuentas bancarias, pertenecientes a organizaciones de trafico de drogas y de personas.

En la “Operación Coyote” 501 inmigrantes indocumentados que viajaban con los traficantes quedaron bajo custodia.

Johnson reiteró el mensaje que ha lanzado el Gobierno de Estados Unidos con viajes como el que realizó el vicepresidente, Joseph Biden, y el propio secretario de Seguridad a Guatemala, donde se reunieron con los líderes centroamericanos.

“Nuestras fronteras no están abiertas a la inmigración ilegal y, si vienen de Centroamérica, Guatemala, Honduras o El Salvador, les mandaremos de vuelta”, aseguró.

Los menores sin compañía de un adulto siguen siendo el mayor problema, ya que por ley sólo los de países limítrofes pueden ser deportados casi de inmediato.

“Hemos pedido un cambio en la ley y estamos en discusiones con el Congreso para hacerlo”, señaló Johnson, una medida a la que los demócratas se oponen.

El Gobierno estadounidense se enfrenta a un aumento de la inmigración irregular procedente del Triángulo Norte de Centroamérica, sobre todo con la llegada de menores solos, que en los últimos diez meses superaron los 57,000 y podrían alcanzar los 100,000 a fines de 2014.

Johnson, acompañado del fiscal general adjunto, James M. Cole, reiteró ante los medios el peligro que supone hacer un viaje en el que se exponen a ser secuestrados, sufrir malos tratos y abusos sexuales, y enfatizó en la falsedad de la información que hacen circular los “coyotes”.

“No hay permisos una vez que un inmigrante ilegal llega a Texas”, enfatizó.

El secretario señaló que continúan trabajando con las autoridades de estos países -cuyos presidentes se reunirán este viernes con el presidente Barack Obama en Washington- y con las de México, país de tránsito, para reducir la entrada de inmigrantes indocumentados, y que estudian vías para acelerar los procesos para la deportación.

Johnson indicó que han logrado reducir “considerablemente” el tiempo de las repatriaciones de adultos que vienen con niños -de 33 a 4 días- y afirmó que están saliendo entre 6 y 10 vuelos diarios a los países centroamericanos con grupos de deportados.

De hecho, ayer fue repatriado un grupo de salvadoreños desde México (nota aparte).

Por otra parte, Johnson confirmó que durante las últimas semanas han detectado un descenso en las detenciones de inmigrantes irregulares y de menores.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, comentó el lunes que, según los datos de las dos primeras semanas de este mes, la aprehensión de menores solos en la zona del valle del Río Grande ha descendido de una media de 355 diarios en junio a 150 al día.

“No declaramos victoria, esto puede ser estacional”, dijo Johnson, quien destacó la “incisiva” y “sostenida” campaña de información que está haciendo EE. UU. en los países centroamericanos.

También enfatizó la necesidad de que el Congreso apruebe los $3,700 millones que ha pedido Obama para afrontar la crisis, pero los mismos demócratas en el Senado propusieron ayer recortar $1,000 millones de ese fondo de emergencia.

“En base a una revisión de lo que es necesario (…) para responder a las necesidades en la frontera, el proyecto reduce el pedido del presidente en 1,000 millones de dólares”, dijo la presidenta de la Comisión de Asignaciones del Senado, Barbara Mikulski.

Mientras, la Casa Blanca está intentando coordinar una respuesta conjunta con los gobernadores de los estados fronterizos para informarles de los planes en marcha contra la inmigración, como el de “Operación Coyote” y para identificar albergues temporales.

Johnson se comunicó ayer con algunos, a través de una teleconferencia en la que participaron la secretaria de Salud, Sylvia Burwell, el comisionado de la Oficina de Fronteras y Aduanas (CBP), Gil Kerlikowske, y otros funcionarios.—AGENCIAS.