Donantes exigen más resultados por su cooperación en C.A.

La Fundación Seattle Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) convocaron a más de un centenar de especialistas para hablar de los proyectos de cooperación en el Foro de Donantes para C.A.

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Entre los panelistas estuvo Sarah Thorn, directora ejecutiva de la Oficina de Walmart para relaciones gubernamentales en EE.UU y Adriana Roccaro, representante de la corporación AES.

Por Tomás Guevara, corresponsal en Washington

2013-10-28 10:00:00

Los requisitos de la cooperación internacional que los donantes desembolsan para proyectos de desarrollo en países como El Salvador y otros de la región centroamericana se han sofisticado y así también la medición y exigencias para optimizar resultados que sean tangibles con las erogaciones de los fondos.

En un Foro de Donantes para Centroamérica, la Fundación Seattle Internacional en cooperación con el Banco Interamericano de Desarrollo convocó en Washington a decenas de representantes de organizaciones benefactoras de proyectos en la región, así como entes que trabajan en el desarrollo de los mismos. También estuvieron representantes de la cooperación internacional que desembolsa buena parte de la ayuda a la región.

El director ejecutivo de la Fundación Seattle, Mauricio Vivero, quien tiene fuertes vínculos con proyectos en El Salvador por su trabajo en organizaciones internacionales, dijo que este foro surge para evaluar los mecanismos de cooperación y hacer coincidir a los donantes con los representantes de organizaciones que canalizan esas ayudas hacia las comunidades beneficiarias en los países del istmo.

Luego de que la vicepresidenta ejecutiva del organismo financiero, Julie Katzman, inaugurara el evento y pusiera como ejemplo la nueva filosofía de la cooperación y el aporte de organismos como el BID, el foro puso especial énfasis en la rentabilidad de los fondos dirigidos a proyectos que tengan potencial de desarrollo.

En esa línea, el invitado especial para disertar en el encuentro, Ricardo Zúñiga, quien es asistente especial del presidente Barack Obama y director del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para el hemisferio occidental, aseguró que el mejor ejemplo para entender los nuevos mecanismos de cooperación estadounidense pueden verse en proyectos como Fomilenio I y la aprobación de un Segundo Compacto para El Salvador, dirigidos por la Corporación para el Reto del Milenio, MCC.

En esta forma de cooperación, al igual que para la Agencia Internacional de los Estados Unidos para el Desarrollo, (USAID, por sus siglas en inglés) es importante la evaluación, el impacto y la supervisión de las donaciones y la meta principal es la efectividad de esos recursos para alcanzar el desarrollo en países como El Salvador y las otras naciones centroamericanas donde EE.UU. destina fondos.

Además se busca promover la democracia y que impere el estado de derecho, pues las faltas o amenazas a la democratización son impedimentos para la contribución estadounidense en materia de donaciones.

El terreno de los donantes

El primer panel de discusión sobre los aportes de donantes estuvo moderado por el profesor de la Universidad de Villanova, en Pensilvania, Jonathan Doh.

En esta disertación participaron la directora de relaciones gubernamentales de las tiendas Walmart Stores, Inc., Sarah Thorn, la ejecutiva de la corporación para generación de electricidad, AES, Adriana Roccaro y la directora de estrategias del BID, Cristina Falcone.

Roccaro dijo que la empresa transnacional que representa y que maneja proyectos de electrificación en El Salvador y otros países de continente americano, además de Europa y Asia, enfoca sus proyectos en varias dimensiones tanto con los agentes locales como gubernamentales, pero que el enfoque principal es generar progreso, amarrar esos aportes al accionar de la empresa, generar y acercar la electricidad a los hogares y que esas dinámicas generen progreso.

“En El Salvador por ejemplo trabajo muy bien con proyectos de electrificación en zonas rurales de la franja norte del país como Fomilenio, que tenían un componente principal de llevar desarrollo a esas región del país, donde además había un porcentaje muy alto de desabastecimiento de electricidad.

Nosotros nunca hablamos del monto de nuestro aporte pero sí son sumas considerables que algunas veces van en contraparte con organismos locales o con los gobiernos”, explicó la ejecutiva en relaciones corporativas de AES a El Diario de Hoy.

Para Sarah Thorn, empresas transnacionales como Walmart que tienen presencia en El Salvador, buena parte de las donaciones que se hacen están orientadas a emergencias, pero también a la Fundación Walmart que es el ente filantrópico de la compañía.

Esta fundación revisa cuidadosamente las peticiones para donaciones, las que son analizadas cuidadosamente, tanto cuando se hacen donaciones directas para ser administradas por organizaciones locales, como cuando se trata de asuntos intergubernamentales.

“Hemos desarrollado mecanismo muy sofisticados de cooperación en cuanto a donaciones. Todo pasa por un comité evaluador de proyectos que analiza el impacto positivo que estos tengan en las comunidades donde se va desarrollar”, comentó Thorn luego de su intervención en el auditorium Enrique Iglesias del BID, ante una nutrida concurrencia.

A lo largo del foro, más de un centenar de donantes y expertos en desarrollo para la región centroamericana discutieron en foros continuos en la sede del organismo financiero sobre temáticas específicas como género, inclusión social, natalidad, migraciones y juventud, entre otras.

En el evento hubo empresarios salvadoreños que escucharon los nuevos mecanismos para hacer más eficientes las donaciones que hacen a través de programas sociales.