Refuerzan asistencia para adultos mayores inmigrantes en Washington

Mayoría de beneficiarios son salvadoreños que cumplieron parte de su vida laboral en Estados Unidos y que viven en condiciones vulnerables

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Algunos adultos mayores en Estados Unidos llegan a enfrentar la soledad y el abandono hasta de sus propios familiares. FOTO EDH archivo.

Por Tomas Guevara Washington

2013-02-27 2:00:00

La octogenaria salvadoreña Mercedes Martínez, llegó a Estados Unidos hace más de 40 años; realizó buena parte de su vida laboral en ese país al trabajar como mucama en una reconocida cadena de hoteles en Washington DC hasta lograr su jubilación.

Uno de sus hijos que residía en el Área Metropolitana de Washington regresó hace algunos años a El Salvador, al cumplir también su tiempo de trabajo, pero ella ha decidido pasar el resto de su vida en ese país y visitar su tierra natal y sus hijos en Santa Tecla solo en algunas temporadas.

“Mis hijos me dicen que me regrese a El Salvador porque aquí estoy sola, pero es que ya no tengo amigos allá, y aquí esta la gente que conozco y como me vengo al centro todos los días como si fuera mi casa me siento bien”, comenta Mercedes, que asegura se desplaza con facilidad en el transporte público de la ciudad.

Esta salvadoreña es parte de los adultos mayores inmigrantes, en su mayoría salvadoreños, que acuden al Centro de Adultos Vida, en la capital estadounidense, donde reciben atención integral junto a otros de sus contemporáneos en las jornadas diarias que ofrece el centro.

El presidente del comité de apoyo del centro geriátrico, Roberto Solórzano, comenta que la organización llena un vacío de atención en esta población vulnerable por su condición de longevidad.

“Tenemos un programa variado, proveemos servicios de salud, eventos culturales, apoyo educacional y de todo tipo para estas personas de la tercera edad; muchos de ellos viven un poco aislados, y este es un lugar donde pueden venir y sentirse bien, donde les damos almuerzo, desayuno. Hay muchos que tienen problemas de maltrato por sus mismos familiares”, explica Solórzano.

El lugar atiende un poco más de 700 ancianos, y un 55 por ciento de ese grupo son salvadoreños, según los datos que registra la organización que reforzó un proyecto de apoyo con el gobierno de la ciudad de Washington y un centro de jóvenes que se sumó al voluntariado con un programa de Reforzamiento de Hogares Intergeneracionales.

Mercedes García es otro salvadoreño originario de La Unión que llegó a Washington hace unos 7 años, para reunirse con el resto del grupo familiar, pero al ser una persona de más de 60 años, su adaptación no ha sido fácil, tampoco ha podido trabajar.

“Yo comencé a venir aquí hace poco, por la ayuda al estar uno sin recursos, esta bien todo, nos dan clases de inglés, el almuerzo y nos ayudan para conseguir asistencia médica”, comenta García.Antonia Díaz, originaria de Intipucá, La Unión, camina con dificultad para acercarse al comedor instalado en una de las salas de la casa que sirve de refugio ubicada en el 1842 de la calle Calvert al noreste de Washington. Ella recuerda que llegó a trabajar en esa zona a principios de la década de 1980.

John Thompson, director ejecutivo de la Oficina para la edad del Distrito de Columbia, explica que la ciudad capital tiene un 15 por ciento de adultos mayores, los hispanos representan un volumen importante en ese porcentaje que está en proporción con los datos de Censo 2010, argumenta. Además, el director ejecutivo explica que para los adultos mayores hispanos que llegaron para hacer su vida laboral en este país, son más vulnerables, con factores como las barreras del idioma y culturales; además de enfrentar la soledad y el abandono hasta de sus propios familiares.

No obstante, destaca que el trabajo de organizaciones como el Centro Vida, que apoya el gobierno de la ciudad, llena en parte esa necesidad de atención especial a esta minoría y contribuir -en parte- para aliviar las necesidades que padecen.