“El tiempo para dialogar con Maduro ya pasó”, dice EE. UU.

Si hay voluntad se encuentra el camino: pasar información sobre corruptos, castigar a los que delinquen internacionalmente valiéndose de torrentes de troles, promoviendo juicios contra secuestradores e individuos que usaban niños como carne de cañón.

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Foto/ Lissette Monterrosa

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2018-05-10 8:09:03

Era más que tiempo para que Estados Unidos pidiera la renuncia de Maduro y la expulsión de su régimen de la OEA, pero eso ya no les preocupa a dictadores de esa ralea, que solo aprovechan los “diálogos” para ganar tiempo.

La comunidad internacional tiene que tomar medidas más duras y efectivas para restablecer la democracia en ese sufrido país, empobrecido, sin medicinas y donde la gente tiene que buscar comida entre la basura.

La embajadora de Estados Unidos en las Naciones Unidas, Nikki Haley, declaró ante el foro internacional que “para la seguridad de todos los pueblos de América Latina, es hora de que Maduro se vaya… No estoy segura cómo podemos hacer que suceda, pero sé que no podemos parar… Tratar de conseguir que Maduro se vaya depende de la región… El tiempo para hablar, el momento de instar al régimen de Maduro a abrirse a las opiniones de la gente, ya pasó en Venezuela”.

“El Chapo” seguía haciéndose el divertido y moviéndose en su asombrosa red de túneles, hasta que se lo llevaron a Estados Unidos a ponerlo quieto.
Otro que sigue en esa red chavista es Ortega de Nicaragua, para quien la gente puede protestar lo que quiera, pero él continuará inamovible protegido por su ejército.

El régimen venezolano se sostiene sobornando a centenares de miles de arrastrados y al ejército guiado por cubanos, que lo defienden a él y su camarilla. Que en Venezuela los niños se mueran por falta de incubadoras y de medicinas “le resbala” como a todo dictador como el monstruo de Assad, protegido por Putin.

De nada están sirviendo marchas, condenas y el masivo éxodo de venezolanos que no encuentran dónde irse, recordando el estribillo medieval español de…
“¡llegaron los sarracenos
“y nos molieron a palos
“Dios está con los malos
“cuando son más que los buenos…!”.

Y en este caso “son más” por su armamento, sus tanques y helicópteros de combate.

Hay formas de solucionar esas crisis sin enviar tropa, lo que nadie quiere, pensando en la diplomacia de los barcos de guerra (gun boat diplomacy) o las sanciones económicas que golpean a los pueblos pero no a los dictadores, puesto que al no haber elecciones libres la gente no tiene manera de castigar a los gorilas.

Si hay voluntad se encuentra el camino: con presiones y sanciones, pasar información sobre corruptos, castigar a los que delinquen internacionalmente valiéndose de torrentes de troles, promoviendo juicios contra secuestradores e individuos que usaban niños como carne de cañón.

Hay que fortalecer el sistema
interamericano contra las dictaduras

El fortalecimiento del sistema interamericano es esencial, incluyendo “darle dientes” para que pueda intervenir y derrocar una dictadura, más narcodictaduras que son grave amenaza para sus vecinos y para todo el Hemisferio. Pues es incongruente que “los buenos” estén con los brazos atados para no intervenir, mientras los malos se entrometen criminalmente en los países con sus carteles, sus asesinos y además corrompiendo desde jueces hasta autoridades policiales, como en esa tierra de nadie que es la franja de espacio a ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos y que posiblemente ningún muro va a proteger.

Es natural que Estados Unidos pida a Maduro que renuncie, que se retire, pero no que toleren lo que están haciendo en Colombia incorporando a criminales y narcotraficantes a la vida política del país.

Quien paga las consecuencias de la tolerancia a dictaduras y al narcotráfico es la gente, las familias y la vida ordenada y tranquila.