No son amigos del trabajador los que lo saquean y empobrecen

El mejor amigo del trabajador, de los trabajadores aquí y en todo el mundo, es lo que promueve la inversión, son los grandes centros fabriles, son las chimeneas, los ferrocarriles, el comercio, el intercambio, lo que genera los alimentos, la ropa, los cuidados de salud, nuestras viviendas. Eso y no las promesas vagas y menos el discurso que engaña.

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2018-04-30 9:59:15

El Día Internacional del Trabajo es ocasión propicia para que los que en una forma u otra trabajamos, valoremos lo que obra a favor de nuestra labor y lo que en cambio perjudica o roba el fruto de nuestro esfuerzo.

Lo vemos con toda crudeza en este suelo salvadoreño, como sucede también en Nicaragua, en Venezuela y en Cuba: los supuestos paladines de los trabajadores, una vez que llegan al poder, se olvidan de “el pueblo” y se dedican a robar en su personal provecho, a vivir a lo grande ellos, sus secuaces, sus parentelas y sus amigatelas.

Y como si fuera un derecho divino, se creen inamovibles y están preparados para reprimir todo movimiento en su contra a sangre y fuego, como ahora Ortega en Nicaragua ( lleva más de 63 muertos la represión ) o como en Venezuela, donde una gran porción de los pobladores está forzada a comer basura mientras Maduro y su circulo viven como reyes.

El mayor beneficio que puede tener un trabajador, se trate de obreros manuales, de administradores, de profesionales en diversas áreas, es contar con un empleo, trabajar y en tal forma sostenerse a sí mismo y a sus familias.

Los trabajadores no comen de peroratas, de marchas a favor de los falsos redentores de la clase trabajadora, de griteríos en la calle y en las falsas pretensiones de que están “en el país mejor del mundo” y que se benefician del “buen vivir” y los repartos de chucherías, repartos que paga la población con sus impuestos y a través de los altos precios que los saqueos tributarios ocasionan.

Los falsos programas de beneficio están causando un alto grado de desempleo en el país y forzando a un creciente número de salvadoreños a “trabajar en lo que encuentren” y además sufrir el saqueo fiscal y las extorsiones.

Los socialistas del Siglo XXI pretenden que son un “movimiento social” unido “al pueblo”, pero aunque son muy eficientes en exprimir a los productores son un fracaso en resolver el problema de la violencia, en parte por los pactos y alianzas que ellos mismos reconocen que han “facilitado” con las pandillas.

Estudiantes y trabajadores están derrocando a déspotas

El mejor amigo del trabajador, de los trabajadores aquí y en todo el mundo, es lo que promueve la inversión, son los grandes centros fabriles, son las chimeneas, los ferrocarriles, el comercio, el intercambio, lo que genera los alimentos, la ropa, los cuidados de salud, nuestras viviendas. Eso y no las promesas vagas y menos el discurso que engaña.

Nuestro El Salvador estaba saliendo de la pobreza y habíamos alcanzado el nivel de segundo mundo gracias a sus emprendedores. Éramos además una nación con excedentes agrícolas donde el rancho de paja iba siendo una rareza, como las viviendas de lámina y cartón.

El nivel de pobreza en el país iba retrocediendo, mientras ahora sucede lo contrario: hay más gente pobre que antes y hay familias que prácticamente viven en la miseria, todo a causa de la destrucción perpetrada en la guerra y ahora con las “medidas económicas”, que durante la anterior y actual gestión han ido causando la ruina general.

En todo el mundo las dictaduras están siendo derrocadas por movimientos encabezados por estudiantes y trabajadores, en su momento engañados.