Invasiones de terrenos ajenos conducen al caos social

Las usurpaciones no fueron la aurora de una gran prosperidad en Rusia, sino lo contrario: todo comenzó a deteriorarse hasta convertir a Rusia en un país pobre, como lo sigue siendo hasta hoy pese al derroche en armamentos.

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2018-03-21 7:52:04

Las mañas se pegan…

Si la gente contempla cómo el grupo en el poder ha ido tratando de tomar lo que es de otros, comenzando con los ahorros de las pensiones de los trabajadores salvadoreños, era de esperarse que un mal día comenzarían invasiones de terrenos, como la ocurrida en las instalaciones del centro de entrenamiento de la Federación Salvadoreña de Ecuestres.

Lo que procede es desalojar de inmediato, en forma pacífica pero efectiva y en apego a la legalidad, a las personas que han perpetrado el despojo. Si tal cosa no se detiene, se sienta un grave, muy grave precedente, pues en adelante nada estaría seguro.

En su obra “Dr. Zhivago”, Boris Pasternak describe cómo los comunistas, al usurpar el poder en Rusia, procedieron de inmediato a tomarse todo lo que estaba a su alcance: la residencia de la familia de Zhivago fue literalmente distribuida en pedazos y cada una de las habitaciones se entregó a una familia. Además se nombró un comisario político para que espiara en la comunidad y cargara con lo que pudiera robar, como los “reformistas” en la época de la junta golpista del 79 en El Salvador.

Las usurpaciones no fueron la aurora de una gran prosperidad en Rusia, sino lo contrario: todo comenzó a deteriorarse hasta convertir a Rusia en un país pobre, como lo sigue siendo hasta hoy pese al derroche en armamentos.

Aquí sucedió algo similar cuando se entregaron tierras a desmovilizados de la guerra: ellos llegaban, descuajaban los terrenos para vender la madera como leña y se largaban, pues repartir tierras a quienes no son ni labriegos ni agricultores es el equivalente de regalar implementos de pesca a quienes nunca se han subido a una lancha.

En un momento se dijo que la extrema izquierda contemplaba hacer en nuestro país lo mismo que se narra en la novela de Pasternak: forzar a las familias a ceder espacios en sus casas para los que ellos designen, lo que generaría un caos social de horror…

Actualmente Rusia es pobre
por irrespetar lo ajeno

En el fondo de todo esto se descubre la idea, o superstición, de que la propiedad es un robo a la colectividad, de que nadie puede ser dueño de algo que no se haya quitado a otro. Y eso llevó a que los castristas hicieran lo mismo que en Rusia: parcelar viviendas y edificios y repartirlos, lo que condujo a la miseria en que viven los cubanos, ahora sostenidos con el dinero de la droga que mandan de Venezuela.

Es lo que los economistas llaman la economía que suma cero: nada crece ni se desarrolla, sino que todo son transferencias de unos a otros, con ganadores y perdedores.

Pero, de ser así, estaríamos todos en la Edad de Piedra, como en alguna medida estaban los nativos americanos antes de la llegada de Colón, pues ni siquiera habían alcanzado la Edad de Cobre.

Hay derechos de autor ( un músico crea una melodía en su cabeza y demanda a quienes la copian si autorización), lo que es una forma muy importante de propiedad, como ser dueño de un terreno o de unas gallinas.

Para los terremotos de 1986, hordas de individuos invadieron terrenos algunos de los cuales siguen ocupados al día de hoy porque en su momento las autoridades no hicieron lo que les correspondía hacer por mandato de la ley.