Abrieron un hoyo al huacal y se fue el agua de Zapotitán

En algunas ciudades del mundo el agua de desecho se recicla y se usa para regar y hasta para beber. Todo es procesarla bien…

descripción de la imagen
Foto Por edhdep

Por

2014-09-18 5:00:00

Lo que arruinó Zapotitán, que hasta entonces había sido una zona con agua abundante y fértiles tierras, fue el programa de Avenamiento y Riego, que perforó la capa impermeable del subsuelo y dejó ir el agua freática Dios sabe adónde…

Todo terreno está formado de varios estratos superpuestos, como se puede ver en los cortes de las montañas cuando se construye una carretera. Y de esas capas algunas son impermeables, lo que permite retener el agua desde la superficie hasta ella. Las capas forman el “huacal”, el recipiente que mantiene el agua que se filtra desde la superficie. Pero si se le abre un agujero a ese recipiente, el agua se escapa.

Y eso es lo que hicieron los muy inteligentes encargados del programa de Avenamiento y Riego en aquel entonces y lo que puede suceder si se siguen profundizando pozos: más agujeros en el “huacal” que fue Zapotitán…

Del actual régimen no sólo no se puede esperar que reparen los equipos dañados (hay prioridades muchísimo más importantes, como los viajes suntuosos de los funcionarios), sino que surjan ideas para rescatar esas tierras.

Estos comentarios están dirigidos a tres de los agricultores que fueron entrevistados sobre el problema del deficiente riego. El propósito es plantear otra solución a la carestía del agua, como lo que hemos venido proponiendo desde hace muchos años.

Comencemos con una realidad: el buen Dios hace caer sobre El Salvador más de dos metros de lluvia cada año, riqueza maravillosa que quisieran para sí los pueblos subsaharianos, California, el norte de Chile… por algo se dice que muchas de las guerras futuras serán por el agua.

Hagan ustedes, agricultores, lo que el régimen nunca hará

Como el gran recipiente subterráneo está lleno de agujeros, lo que deben hacer los agricultores de la zona de Zapotitán es crear nuevos huacales pero en la superficie, construyendo tapadas en los ahora secos cauces, en quebradas, en donde corra el agua lluvia. Es lo que otros agricultores y finqueros han hecho para acumular agua para el verano y lo que hacían griegos y romanos en la antigüedad, que recogían el agua de los techos para llenar las cisternas en sus patios.

Y es como que hay grandes estanques donde se cultivan tilapias y camarones, aunque en algunos lugares hay que poner guardas armados porque los rojos locales tratan de derrumbar los diques.

Lo usual es que en países secos, cuando no se realizan cultivos, los lugareños construyan terrazas a nivel, como se ven en fotografías de los arrozales en China, terrazas centenarias que una generación hereda a la siguiente.

Es de esperar que nuestros agricultores de Zapotitán conjuguen esfuerzos para hacer lo que nadie más hará por ellos, pero que durará mucho tiempo, como los lagos artificiales que un rey de Sri Lanka construyó hace doce siglos y que siguen allí, una maravilla del Asia.

Las tapadas pueden construirse con un pequeño tractor o simplemente con pico y pala. Es una lástima que los recursos multimillonarios que se gastaron unos brasileños, con enchufe, para dejar el gran hoyo de El Chaparral no se hayan utilizado para dar una solución permanente a los problemas de riego que afrontan grandes zonas del país.

En algunas ciudades del mundo el agua de desecho se recicla y se usa para regar y hasta para beber. Todo es procesarla bien…