Se debe combatir el narcotráfico también por la vía del consumo

La solución, en muchas partes, como aquí con las personas que manejan bajo la influencia del licor, es obligarles a recibir cursos sobre los efectos de las drogas en la salud e imponerles trabajos sociales

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Una maleta que tenía restos humanos en su interior fue hallada en las cercanías del estadio Cuscatlán.

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2014-09-02 5:00:00

El hijo del carismático actor y experto en artes marciales, Jackie Chan, está acusado de fumar y proveer de marihuana a algunas personas, lo que en China —el incidente ocurrió en Hong Kong—, puede ser penado hasta con tres años de cárcel.

La marihuana es legal en ciertos estados de América del Norte, en Holanda para los holandeses, en otros países y de libre consumo donde la criminalidad está sin control.

Chan y su esposa están, como es de esperarse, devastados con la noticia, pues el actor inclusive ha participado en campañas para disuadir a jóvenes del consumo de toda clase de drogas. Y ambos aseveran haber educado con esmero a sus hijos, como muchísimos padres que sufren similares tribulaciones.

El caso tiene una variante respecto al usual combate contra la droga, más centrado en perseguir la oferta —a los narcotraficantes y sus redes de horror—, que a los consumidores, cuando un balance de lo uno y lo otro podría ser más efectivo.

Pero fuera de China, muy pocos piensan que meter en la cárcel a un drogadicto o un consumidor de marihuana es un acto lógico, pues ese castigo con probabilidad hunda más al adicto en vez de rescatarlo.

La solución, en muchas partes, como aquí con las personas que manejan bajo la influencia del licor, es obligarles a recibir cursos sobre los efectos de las drogas en la salud e imponerles trabajos sociales, desde limpiar parques y calles con uniformes anaranjados, hasta dar servicios en hospitales.

En esos cursos debe enfatizarse en la constante de los consumidores de droga: su expectativa de vida no pasa de cinco años.

Y tareas pendientes abundan, como lo demuestra la suciedad acumulada en barriadas, los tragantes atorados de basura que, al llegar el invierno, se tapan y causan inundaciones… es obvio que esas condenas se deben aplicar en los entornos donde vive o trabaja quien comete la falta, más en un país como el nuestro donde hasta en el propio vecindario la gente está en grave riesgo y se cuida de no salir a la calle después de cierta hora.

El problema en el mundo son los estados narco

Se ha dicho, con razón, que si la policía hiciera exámenes sorpresivos en discotecas y bares, sean estos en San Miguel, en Miami o en Osaka, encontraría a muchos transportados a las nubes, que lo pensarían dos veces si fueran enfrentados al barrido de calles y la limpieza de parques.

El hijo de los Chan no sólo encara una pena de cárcel, sino además la expulsión de los estudios cinematográficos donde labora, con lo que su carrera de “artista” llegará a su final.

Y eso es, por todas las señales, lo que ha faltado en Hollywood, donde tantos pobres actores han sucumbido a las drogas e inclusive han muerto a causa de ellas, como la cantante Whitney Houston, que se ahogó endrogada en su tina.

Narcotraficantes los hay por doquier, pero el problema se origina en las mafias productoras de droga como la narcoguerrilla colombiana, sus nexos con el chavismo que facilita el transporte, con los cultivos en la selva amazónica de Perú y, como glorioso remate, el reino de la coca proclamado por Evo, en Bolivia.

Ojalá que en el futuro se descubra una cura para la adicción, como ahora se busca para el ébola…