¿Por qué se acosa a los bancos? “Porque allí está el dinero”

Las consecuencias pueden ser perjudiciales para el país, sobre todo, en lo que respecta a la inversión: muy mal estaría de la cabeza un productor foráneo, si metiera dinero en un país donde se acosa a comerciantes y productores

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El atleta ganador de la medalla de plata en los 400 metros libres. Foto EDH

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2014-08-18 5:00:00

Se atribuye a Willie Sutton, un asaltante de los años Treinta, en Nueva York, decir que robaba bancos porque “es allí donde está el dinero” (“that’s where the money is”). Y porque allí está el dinero, el dinero de muchas personas y productores, desde el régimen pasado de Funes se viene acosando al sistema financiero del país, al punto de obligarle a bajar tasas de interés para que muchos usuarios se quedaran sin crédito.

La última pensada es exigir a los bancos, como sistema, revelar los nombres de los cien mayores depositantes en su haber, información que pasaría a entidades públicas y que, a juzgar por los precedentes, puede luego caer en manos de criminales, poniendo en alto riesgo a esas sociedades o grupos.

Soltar información que se supone confidencial se ha visto con frecuencia, como cuando los diputados rojos en legislaturas pasadas revelaban mucha de ella, aunque nunca se demostró que se tratara de recursos mal habidos. Ya hubo, además, una diputada que pretendió montar una especie de tribunal popular en la Asamblea para denunciar a supuestos evasores fiscales. Y evasores, como los míticos acaparadores de granos, existen más en la cabeza de los exaltados miembros del régimen que en la realidad.

De llevarse a cabo la movida, pues está por verse si no choca con la ley y con el hecho de que “siendo todos iguales” no puede discriminarse a un grupo, “los cien mayores depositantes”, del resto de usuarios, las consecuencias pueden ser perjudiciales para el país sobre todo, en lo que respecta a la inversión: muy mal tendría que estar de la cabeza un productor foráneo, si metiera dinero en un país donde se acosa a comerciantes y productores.

Y sin inversión, es del caso repetirlo sin pausa, no habrá nuevo empleo ni podrán los productos salvadoreños competir a nivel regional ni menos mundial.

El dinero ilícito y manchado

no se deposita en bancos

Y en esto de meter las narices en los bancos vienen a la memoria unos ministros del gobierno de Osorio, en los años Cincuenta, que creían que los activos de un negocio o empresa eran dineros contantes y sonantes que se guardaban en los bancos…

Y eso vale para los depósitos: no son caudales que se tienen “inactivos” o que son riqueza neta de nadie, cuanto capital de trabajo y flujos de caja con los que se mantienen existencias, se compran materias primas, se pagan planillas, se garantizan compromisos que se van suscribiendo.

Se da el caso de empresas que mueven mucho dinero ajeno y que, por seguridad, lo depositan en los bancos. Y a esto se agrega otra realidad: el dinero proveniente de operaciones ilícitas, del narcotráfico, de la corrupción, no se guarda en los bancos del sistema pues la norma bancaria es asegurarse de que todo depósito tenga origen transparente, justificable.

Pero, en apariencia, la disposición tiene una similar motivación a lo que está tras los meneos para caerle encima a los ahorros de los trabajadores en las AFP: van tras lo ajeno, les es irresistible el dinero bajo custodia de los bancos y financieras. Y una manera de llegarle es acosar a los depositantes como ahora están acosando y fiscalizando a los comerciantes de granos y alimentos básicos.

El sistema debe rechazar la pretensión recurriendo a todas las instancias legales a su alcance…