Siempre la barbarie amenaza a los pueblos civilizados

Lo que aniquila la creatividad es el fanatismo, esa lepra del alma que Churchill dijo que era para los hombres como la rabia para los animales.

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elsalvador.com

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2014-07-13 5:00:00

“cada pueblo tiene que cuidar sus tradiciones y su institucionalidad, subir y no bajar peldaños mentales y espirituales”.

Como los campamentos que exploradores levantan en las selvas, siempre las fieras, la barbarie, ronda y amenaza con devorar y destruir.

La pretensión de inmigrantes africanos y del Medio Oriente de “desfrancesar a Francia” equivaldría a imponer un retroceso en la civilización, ir de reculada, perder lo que con tantos sacrificios se construyó.

¿Querrán los franceses que sus mujeres terminen como esclavas de los hombres, que tengan que ir con velos en la cabeza, que no puedan conducir autos ni tener propiedades? Nadie imagina que los franceses terminen matándose unos a otros como en el Medio Oriente…

Hace pocas semanas la Orquesta Sinfónica Juvenil de El Salvador, un orgullo nacional y producto del esfuerzo y el apoyo de entidades privadas y ahora del gobierno mexicano, realizó una exitosa gira por Italia. Recientemente ofreció un magnífico concierto, como los que viene escenificando la Orquesta Sinfónica Infantil, el semillero de futuros maestros y maestras de El Salvador.

Nunca se sabe, empero, qué conjuntos musicales de Somalia o de las zonas de Afganistán bajo los talibanes recorran Europa o las Américas ejecutando obras de compositores del Medio Oriente o del norte de África.

Igual de pobre, o escasa, es la producción literaria de muchas de esas regiones, a causa principalmente de la ley de hierro de la Sharia, que deja muy pocos espacios a la creatividad. Dubái cuenta con asombrosos desarrollos urbanísticos y arquitectónicos, obra en su mayoría de artistas occidentales, pero es tierra yerma en literatura y música autóctona.

Y eso toca la pretensión de impartir en colegios y escuelas de Francia, idiomas africanos y el árabe: una vez que se sabe algo de esas lenguas y puedan comprenderse textos y es posible la comunicación con naturales de esos países, ¿con cuáles obras literarias de primer rango cuentan que merezcan el esfuerzo de leerlas en su texto original?

Igual pregunta se puede hacer respecto a los idiomas nativos de América: es simpático conversar con indígenas en el norte de Guatemala, pero hasta allí llega el carro.

“Los perros ladran, Sancho, porque cabalgamos”, y cabalgaban con hidalguía

El ser humano, indistintamente de su raza, etnia, origen geográfico o lugar donde vive, tiene el potencial de forjar vigorosas civilizaciones, de ser un creador artístico de primer rango. Y eso se demuestra con el hecho de que grandes pintores, músicos, filósofos y poetas nacen en los más diversos estratos sociales, sea de familia de banqueros como Mendelsohn o niño campesino como Giotto.

Lo que aniquila la creatividad es el fanatismo, esa lepra del alma que Churchill dijo que era para los hombres como la rabia para los animales. Por eso es tan muerta la cultura en Iraq o Arabia Saudí, como lo fue en Rusia durante el estalinismo o en China bajo Mao. Esa es la razón de que ninguna figura del chavismo o bajo Evo en Bolivia, destaque como intelectual o siquiera como buen expositor; están sumidos en la mediocridad y la incapacidad.

Francia debe seguir siendo cada vez más francesa, cada vez más creadora. Que ladren los perros a su paso significa, como dijo don Quijote a Sancho, “que cabalgamos”, que se marcha hacia adelante con gallardía.

El poeta flamenco Rodenbach habló de ciudades de aguas muertas, físicamente existentes e inclusive bellas pero espiritual e intelectualmente estériles…